Supe que algo no estaba bien en el momento que abrí los ojos y me di cuenta que estaba en mi habitación.
En MI habitación, siendo que anoche me había quedado en la casa de Asriel.
Miré alrededor.
Las cortinas estaban cerradas. Mi ropa había sido reemplazada por una más cómoda para dormir. Y junto a la cama había un objeto.
Una pulsera… plateada, que era sospechosamente idéntica a la que tenía Asriel.
Si. Algo no estaba bien.
Me levanté y fui directamente a la cocina. Ésta estaba vacía, lo único que había era una nota de Ángel.
“Fui a comprar algunas cosas, te explicaré cuando vuelva, ve televisión o algo mientras. Todo está bien”
Busqué mi teléfono y marqué el número de Asriel. Pulse el botón de llamar.
“El número que usted ha llamado no se encuentra asignado a ningún usuario”
¿Qué?
Revisé que fuera el contacto de Asriel y volví a marcar.
Nuevamente el mismo mensaje.
Muy bien. Algo había pasado, pero no debía ser grave. Tendría que esperar a Ángel.
Tres horas pasaron.
Había desayunado, había visto una película, había regado la pequeña planta que estaba junto a la ventana... la cual podía apostar que no estaba allí ayer.
Había hablado con Johan y mis padres por mensaje.
Y finalmente, producto de la ansiedad, me había comido al menos dos pedazos de pan de jamón y un poco de ensalada.
La puerta se abrió y corrí en dirección a ella. Mi amiga parecía cansada, cargaba una pequeña bolsa. Me miró y sonrió un poco, dejó la bolsa en la mesita de la sala y se dejó caer en el sofá.
La miré expectante.
—Dame un minuto
—Está bien
Ella no me miró por unos minutos, cuando levantó su rostro, la expresión de su cara no me daba buena espina.
—¿Qué pasa?
—Voy a hablar, no me interrumpas demasiado, ¿está bien?
Asentí rápidamente.
—Bien. Esta mañana, muy temprano, me desperté con sed y recibí un gran susto cuando me encontré con Asriel cargándote mientras dormías, en nuestra sala.
Iba a hablar, pero recordé su petición y cerré la boca.
—Obviamente lo interrogué por semejante escena y...
—¿Y... ?
—Al parecer tuvo que traerte porque tenía que desocupar el apartamento muy temprano para los nuevos dueños
La miré incrédulo.
¿Por qué Asriel no me había dicho que se mudaba?
—¿A dónde se mudó?
—No lo sé
—¿No te dijo?
—No, dijo que no podía decirme. Retiró sus papeles de la universidad también...
Esto no me estaba gustando.
—Lo siento Isaac. Él dijo que tenía que irse, no sabía por cuánto tiempo, tiene problemas con su padre o al menos eso me dijo, parecía decir la verdad pero si te soy sincera, algo no me termina de cuadrar. También me pidió que te diera algo
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Your True Self
Short StoryLa vida de Isaac se basa en estudiar, trabajar, sus necesidades básicas y tener sexo, mucho sexo. Sólo eso... no tiene nada más. Los placeres carnales suponen un escape de su no tan dulce realidad. Entonces, una figura incitante se cruza en su cam...