Un alma como la mia... // Albalia

Capítulo 4

ALBA:

Mierda. Me había dormido. Eran las 17:15, llevaba desde las 8 durmiendo. ¿Y la puta alarma? Joder. No enchufé el móvil y por eso no había sonado.

Me levanté de un salto, enchufé el móvil y me metí a darme una ducha rápida. Apestaba a alcohol. Joder, para un día que tengo algo interesante que hacer.... espero que Natalia siguiese teniendo ganas de verme.

Salí de la ducha praticamente en 5 minutos, me puse unos pantalones verdes tipo militar, una chaqueta negra, y mis botas de cordones. No salí sin antes pintarme un poco porque vaya cara... - pensé.

Tenía 5 mensajes de Natalia y un par de llamadas, no me paré ni a leerlos y la llamé:

-NAT! No me ha sonado la alarma, lo-lo siento muchísimo de verdad, anoche me dormí y no enchufé el cargador. De verdad que lo...

-Reche. No te disculpes maás, jajajajajaj - vaya risa bonita, pensé en ese momento- yo que pensaba que no te había gustado... -bromeó- estaba esperando a que te despertaras. ¿Dónde estás? ¿Al menos habrás salido ya de tu casa no?.

- Como no me vas a gustar! - mierda, había dicho eso en voz alta- os-sea sí, acabo de salir. ¿Dónde nos vemos?

- Jolín, pues si que te has puesto guapa... no voy a poder estar a la altura rubita...

- Qué??

- Mira que estás empanada, mira a tu derecha.

Y ahí estaba Natalia. Fijando sus ojos en mi como si estuviese mirando una obra de arte en un museo. Me puse colorada al instante, me paralicé. Su voz a través de teléfono me hizo volver a la realidad:

- Vienes o que? parece que has visto un fantasma

- Sí -dije colgando el teléfono y acercándome hacia su coche.

NATALIA:

Me encantaba hacerla sonrojar, se ponía tan mona, parecía una niña pequeña.

Por fin llegó a mi coche, me quedé embobada mirándola . Estaba guapísima con esa chaqueta, y si colonia olía de maravilla. La abracé y nos quedamos ahí paradas durante 30 segundos que me parecieron los mejores segundos de mi vida. Ay reche- pensé.

Entramos al coche, guardando silencio, sin saber muy bien que decir. Ella rompió el hielo.

·Y... ¿dónde me vas a llevar Lacunza?- me preguntó

·Habíamos quedado en ir a mi casa no? No me ibas a pagar el favor de ayer con un polvo? - alba se quedó muda y se sonrojó más que nunca, no pude evitar reírme.

·Eres idiota- respondió golpeándome en el brazo. Que mona era, podría tirarme horas picándola.

·Pues había pensado llevarte a dar un paseo por el Retiro y que me invites a una buena cerveza, ¿ te parece buena idea?- pregunté un poco acojonada por si no le gustaba la idea.

·AY! Me encanta la idea Nat! - y a mi me encatnas tú (pensé)

Pusimos rumbo al retiro, y en la radio empezó a sonar Respect y Alba empezó a cantar de forma tímida, asi que decidí subirle el volumen para que se soltará y poder escucharla.

Por fin empezó a cantar a volumen en el que la podía escuchar, vaya voz tenía.

· Joder ALBA!!! Como puedes cantar tan puto bien?

· Nat pero que dices, que tonta eres.... si no canto bien.

· Nunca has pensado en dedicarte a esto?- le pregunté bastante interesada.

· No Nat, solo es un hobbie y prefiero cantar por gusto, que intentar algo que alomejor no consigo....

Vi que algo le rondaba la cabeza, y que estaba un poco tensa, así que coloqué mi mano y transmitirle seguridad. Nos quedamos mirándonos a los ojos, sin decir nada. Mis ojos de forma involuntaria se fueron a su labios, y noté como los suyos a lo míos.

Nos acercamos a una distancia donde podíamos notar nuestras respiraciones en nuestra boca. Quería besarla, me moría de ganas. Un relámpago nos hizo volver a la realidad. Me sonrojé y la di un beso en la mejilla.

· Pues me parece a mi que vamos a tener que suspender el paseo por el Retiro porque no me apetece mojarme.... -le die.

· Jo... yo quería dar ese paseo tan bonito contigo.... pero se me ocurre un plan mejor. Espera.

Mañana volveré a escribir otro capítulo. Gracias por leerme:).