Capítulo 5

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ALBA:
- Te apetece venir a mi casa? Tengo cervezas, y ahora buena compañía? Que me dices Rubita? - me preguntó directamente Natalia.

Titubeé un poco antes de responder ya que no me esperaba tal propuesta.
-Claro. Quiero decir, sí, me apetece.

Y sin pensarlo dos veces pusimos rumbo a su casa, charlamos un poco por el camino pero no nos dio tiempo a mucho, ya que su casa estaba bastante cerca de El Retiro.

Bajé de coche, y después de mi bajo Natalia- Que guapa era- pensé para mi.
Debí de quedarme embobada porque para cuando me di cuenta, ésta ya se encontraba esperándome en su portal para entrar.
Subimos. Tenia una casa preciosa, llena de dibujos y cuadros, se podría decir que era todo bastante "Vintage". Me invitó a sentarme en el sofá mientras ella iba a por un par de cervezas y algo de comer.

-Me encanta tu casa Nat- le dije porque no sabía como romper ese silencio.
-Puedes venir siempre que quieras, sin avisar y sin invitación - me sorprendió, siempre tan directa...
-No me lo digas dos veces... vas a tenerme aquí como una lapa... sin molestar claro- dije
-Si molestaras no te invitaría Alba Reche.

Natalia cogió una guitarra que se encontraba al lado del sofá y me preguntó si podía cantarme una pequeña cosa que había escrito y obviamente acepté.

NATALIA:
Alma mía sola, siempre sola
Sin que nadie comprenda tu sufrimiento
Tu horrible padecer
Fingiendo una existencia siempre llena
De dicha y de placer
De dicha y de placer
Si yo encontrara un alma como la mía
Cuantas cosas secretas le contaría
Un alma que al mirarme, sin decir nada
Me lo dijese todo con la mirada.

Alba se quedó muda, mirándome fijamente, a lo que yo respondí igual. Nos quedamos quietas. Sin decir nada. De eso se encargaban nuestras miradas, es verdad que... nos conocíamos de nada pero habíamos conectado muy rápido, y aunque sea pronto para decirlo, me muero por Alba, creo que me estoy pillando.
Me acerqué a su cara y noté que sus ojos bajaban a mis labios, (al menos aquí no hay lluvia para joderme y no besarla).
Nos acercamos hasta poder sentir la respiración de la otra en nuestras respectivas bocas.
No me lo pensé, quería lanzarme. Me aproxime a su boca cuando, inesperadamente, sonó su móvil y apartó su cara.
Mierda. ¿Acababa de hacerme una cobra? ¿O simplemente había sido el puto móvil? Miles de cosas rondaban por mi cabeza, estaba tan en mi mundo que no me enteré de la conversación que tuvo Alba, ni de quien se trataba.

-Debo irme Natalia - la noté incomoda
-¿Quieres que te acerque? No es un problema para mi - me ofrecí.
-N-no, no te preocupes xurri, tengo que irme rápido.
-Alba sobre el casi beso, lo siento.. no era mi intención incomodarte- me disculpé al ver su mueca en la cara.
-PERO NAT ERES TONTA?!!! -me gritó
-Joder Albi que susto, que pasa?
- No quiero irme por eso, mi madre necesita ayuda con la mudanza y por eso tengo que irme. No por que quiera - me tranquilizó

Respiré aliviada y la sonreí. La despedí en la puerta dándole un beso en la frente y ella me abrazó hundiendo su cabeza en mi cuello.
Era preciosa.

Iba a cerrar la puerta cuando Alba dio media vuelta y me dijo:
-Tengo muchas ganas de besarte, pero déjame sorprenderte. Mañana a las 21 te espero en mi casa. Tu, yo y sin más interrupciones. No acepto un no por respuesta Lacunza.

Y se fue. Sin más. Dejándome a mi con una sonrisa de boba de pie en la puerta.

Gracias por leerme de verdad. A los que me leéis, os gustaría un María Vicky???
GRACIas 💜

Un alma como la mia... // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora