Pero ellos no habían sido los únicos que lo habían oído. Matt, Damon y Jeremy que estaban en la habitación contigua también lo habían escuchado. Esto hizo que se acercasen a la ventana para ver de quien era el auto que se estacionaba afuera. Nadie reconoció la camioneta negra estacionada.
Afuera, en la camioneta con vidrios polarizados estacionada a un par de metros de la entrada principal de la casona, cuya matrícula de Maine dejaba claro que no era por la zona la persona dueña de la camioneta, o al menos quien estaba allí dentro.
Persona que duda sobre si salir o no de allí. Tenía miedo, ansias, emoción. Era la primera vez que estaba -casi- tan cerca de ellos, que los vería frente a frente luego de tanto tiempo.
La ocupante de la camioneta no terminaba de debatirse consigo misma sobre qué hacer: prendía nuevamente el motor de la camioneta para irse nuevamente por donde había venido, pero volvió a apagarlo. Tomo una bocanada grande de aire, mentalizándose bien, hablando consigo misma << Vamos Hannah, tu puedes, ya es muy tarde para arrepentirte e irte. ¡Tú puedes! >>. Estaba mas nerviosa que nunca, ni siquiera cuando había sido madre había estado así. Volvió a inspirar una bocanada grande de aire y abrió lentamente la puerta de la camioneta. Tomándose su tiempo para bajar.
Quienes observaban desde las ventanas se asombraron al ver bajar a aquella mujer de cabellos negros con tonos rojizos que se distinguían a la luz del sol. Sus rasgos, si figura, su físico en sí era idéntico a las compañeras de Jeremy, sobretodo de una de ellas. Se notaba que estaba aterrada, con miedo o pánico.
La mujer, alzo su mirada admirando la nueva residencia Salvatore. Cada detalle, cada ventana, todo era distinto y al mismo tiempo conservaba la esencia de la vieja casona.
Pasando su mirada por las ventanas pudo sentir una mirada específica, esa mirada que tanto la pudo, que la volvía loca. Era capaz de reconocerla donde fuese.
Corto aquella conexión visual y se dirigió hacía la puerta de entrada, terminando de armarse de valor para enfrentarse a ellos. Tomo una bocana de aire y se dispuso a tocar la puerta pero antes de poder hacerlo alguien abrió
Ella había presentido que alguien había bajado las escaleras pero no estaba segura de quien había sido.
Se quedaron mirando fijo unos segundos en silencio, tiempo que pareció horas. Él fue el primero en hablar.
- Hannah…- trago saliva, nervioso, asombrado. Su corazón palpitaba fuertemente al verla delante de él -
- Tanto tiempo…-Haciendo una pequeña pausa. Sonriendo algo tímida. Nerviosa, escuchando su corazón latir- Stefan… ¿Puedo…? -hizo un ademan con la mano y el joven castaño asentó y le cedió lugar para pasar- Gracias…-dijo ella e ingresó.-
Ella observaba cada detalle, cada mueble, cada sitio de aquel lugar fascinada. Oyendo cada ruido, sintiendo cada sensación mas intensamente, pero lo extraño era su corazón, estaba calmo, latiendo al ritmo más calmado que jamás pudiesen haber oído. Cosa que extraño a Stefan y a otros que estaban oyendo.Unos pasos y unas voces sacaron a Hannah de sus pensamientos, todos los que se hallaban en la casa venían aproximándose para conocer -los que no la conociesen- a la recién llegada. El mayor de los Salvatore se frenó al verla, la había visto bajar del auto pero aun así no Salía de su asombro. Ahí fue cuando el corazón de Hannah comenzó a latir más intensamente y una pequeña luz en sus ojos se encendió.
El corazón de Damon palpitaba aún más rapido que el de su hermano, casi al compás del de ella. Por un instante fue como si no hubiese nada mas alrededor, como si el tiempo se hubiese detenido y los dejase a ambos solos, viéndose a los ojos. Frente a frente…
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The Vampire Diaries 1: Bloodline
FanfictionHannah Lorden, hija de Samantha Lina Lorden, mejor amiga y confidente de Giuseppe y Lydia Salvatore. Todos creen que Hannah es hija de Arthur el esposo fallecido de Miss Lorden, pero solo Samantha y su verdadero padre saben la verdad...; ¿Que pasará...