Capítulo 5

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-MIERDA!!!!! AHH!!!- había perdido un pedazo de piel un poco grande.

Louis al comerlo se quedó helado, de todas las personas que mató y probó sin dudas la de Rebecca era la mejor, tenía un gusto diferente, era mucho más rico y lo enloqueció muchísimo más.

-T…tu carne…- articuló el castaño.

-¿Qué tiene? Te la comiste imbécil- escupió ____

-Tu gusto es mas delicioso- eso si asusto a la cobriza, poniéndose pálida del horror, sin embargo tenía que parecer fuerte.

-Lástima, porque no lo vas a volver a probar- cuando dijo eso pareció una nenita peleando con un nenito.

-¿Cuánto años tienes?- le preguntó descaradamente el chico.

-¿Y a ti qué?- acotó enojada, mientras se miraba el brazo que sangraba exageradamente.

-Solo quiero saber- habló de manera indiferente.

-AHHHHHHHH!!!! COMO DUELE SOS UN MALDITO HIJO DE PUTA TOMLINSON!!!! AHHHHHHH!- gritaba la pobre chica, y salió corriendo de ahí para que la curaran.

Louis se sintió un poco mal por haberle comido el brazo, pero ¿Desde cuándo él se sentía así por alguien? Por las únicas personas que se arrepentía era por Daisy y Phoebe, pero nunca por una insulsa que lo había llevado la contra.

Mientras tanto Rebecca estaba buscando a un doctor desesperadamente, hasta que chocó con un chico.

-Lo siento- habló un chico alto de ojos marrones, piel bronceada y cabello rapado.

-No importa- lo miró a los ojos con una sonrisa y el a ella

-Soy Rebecca Jones- le dio la mano.

-Liam Payne bonita, un gusto. Pero…. ¿Qué te paso en el brazo?- dijo agarrándolo delicadamente y observándolo.

-Tomlinson- articuló con un hilo de voz.

-Ven- se la llevó a uno de los consultorios, Stevens se sentó en una silla y Liam comenzó a curarla.

-¿Qué hacías con él?- le preguntó mientras seguía con su trabajo.

-Soy su “niñera”- intentó hacer comillas con sus dedos.

-Ah… ya entiendo, debes tener mucho cuidado, porque una vez que te mordió no para hasta terminarte- rieron, aunque no tenía nada de gracioso. Siguieron hablando hasta que terminaron.

-Bueno, creo que esto es todo- comentó mientras guardaba los útiles.

-Muchas gracias Liam!- agradeció la ojimiel dirigiéndose a la puerta pero Liam la paró.

-Espera!- la tomó del brazo que tenía sano.

-Sí, ¿Qué pasa?- se extrañó la cobriza...

-Me podrías dar tu número, así te llamo y algún día salimos, ¿Te parece?- le habló tímida pero a la vez seductoramente.

-Claro, también pásame el tuyo así no me dejas colgada- rieron y se intercambiaron números.

-Jamás dejaría plantada a una chica como vos- Rebecca se sonrojó.

-Nos vemos luego Liam- lo saludó y volvió a la habitación Nº 6 Habían cambiados los guardias del turno noche, asique otra vez se repetía la historia.

-Disculpe usted no puede pasar- habló engreídamente un tipo.

-Yo cuido al señor Tomlinson, asique con permiso- intentó entrar pero estos la empujaron haciéndola enojar de una manera que nadie querría.

-¿NO ENTENDIÓ? USTED NO PUEDE ENTRAR- le gritó el otro, y la chica le mostro la tarjeta, los de seguridad se querían matar, habían perdido.

-Ahora si, con su maldito permiso- entró y Louis estaba mirando a la nada.

-No te comiste lo que te prepare- comentó amargamente, y el castaño volvió a la realidad.

-Escucha… esto es raro en mí, pero discúlpame- le pidió, y la chica quedo boquiabierta.

-¿Me estás diciendo que lo sientes?- preguntó la castaña.

-Si…- susurró pero se escuchó, a la ojimiel le dieron unas ganas de abrazarlo, lo iba a ser pero tenía miedo de que eso sea una trampa.

-¿En serio? ¿O Quieres comerme?- lo miró a los ojos, el tenía un brillo especial y sacó ese pensamiento de su cabeza.

-No… yo… lo pensé y realmente me sentí mal, no se fue diferente- el no creía sus palabras, nunca se había disculpado por algo así, pero sentía algo raro hacia ella.

-Okey te creo, mira… vamos a hacer un trato, yo sé que no te gusta estar con esa mascara, y tampoco tener que estar arrastrándote, necesitas por lo menos caminar, asique yo te desato los pies y te dejo sin la cosa esa para que puedas hablar, pero tú no me comes ¿Quieres?- le regaló una bonita sonrisa, Louis no podía creer lo que estaba escuchando, alguien en serio lo quería ayudar, el solo asintió, mientras la miraba embobado.

-Gra..gracias- ¿desde cuando tenia modales?.

-Fue un placer!- le desató los pies y lo ayudó a pararse, el solo se mareó hacia mucho que no se paraba.

-Tranquilo no te vas a caer te estoy teniendo- rieron y el pudo controlarse a no comérsela, teniendo la oportunidad.

-¿Puedes responderme a la pregunta que te hice antes?- la chica asintió.

-23 y ¿tu?- le devolvió.

-27, que raro que no lo sepas- opinó el ojiazul.

-Em… ah… ¿Por que?- formuló nerviosa Rebecca.

-Eres mi cuidadora deberías saber sobre mi- la miro a los ojos.

Luego de estar caminando un rato se sentaron y charlaron sobre cosas de la vida.

Fenómeno (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora