Capítulo 9

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La chica palideció, y quedó dura, tenía tanto miedo que este no la dejaba moverse. Louis la miró a los ojos, y por una vez en su vida sintió compasión, hablando su mandíbula ya que la tenía apretada por lo enojado.

-Lo lamento no debí enojarme, no me temas por favor- la chica exhaló todo el aire que había guardado durante esos segundos de pánico, y se alivió.

-¿Me estas pidiendo perdón?- preguntó tímidamente y bajando la cabeza.

El ojiazul se acercó, pero ella se alejo rápido por impulso.

-Dije que no me temas ¡¿Qué no entiendes?!- ahí volvió Louis el enojón. La histeria del chico, sacó a ____ de sus casillas.

-Ya me tienes harta, eres un caprichoso. ¿PODRIAS SIQUIERA UNA MALDITA VEZ PENSAR EN LOS DEMAS Y PONERTE EN SU LUGAR? ESPANTAS A TODO EL MUNDO TOMLINSON. ¿HAY ALGUIEN EN ESTE ESTUPIDO MUNDO QUE TE HAGA CAMBIAR? ¿NUNCA HAS AMADO? ¿POR QUE ERES TAN ENOJON?- eso sorprendió al castaño, nadie le había hecho pensar en todas esas preguntas que Rebecca le había dicho.

-Te he dicho que lo siento, ¿No te basta?- bajó la cabeza, y es la primera vez que lo hacía frente a una mujer que no era su madre.

-Sí, pero me sigues asustando- él la ignoró, y fue por la comida que la ojimiel había dejado a un lado de la habitación antes de ser seducida por aquel caníbal. Con solo pensar que la pudo tocar, besar, y ver su precioso torso, lo hizo sonreír. Agarró aquel plato, se sentó en el piso acolchonado, tomó un trozo de tocino y se lo metió a la boca, lo masticó, lo saboreó, se sentía tan a gusto con aquel pedazo de carne que siguió hasta que terminó todo el plato.

-Muy bien Louis! Progresaste bastante- le dijo simpática la chica regalándole una bonita sonrisa, el ojiazul se paró tiro el plato a un lado del cuarto, y le devoró los labios a la cobriza. Esta no dudó en seguirle el beso, paso sus manos por el cuello del castaño y este aprovechó el momento para tocarle las nalgas.

-Louis!- lo separó.

-¿Qué?- protestó como un nene pequeño y ella rió.

-¿Tu quieres hacer algo?- el asintió como loco.

-Primero, no tienes condón. Segundo, no es para ofenderte pero no te bañas hace semanas- él se encogió de hombros inocentemente. –Y Tercero, Felicidades por haber almorzado como una persona normal- rieron y se abrazaron. –Pero hablo en serio, debes ducharte, y si lo haces sin comerte a nadie te haré un regalo ¿De acuerdo?- lo tomó de las manos.

-De acuerdo preciosa- habló asintiendo y le robó un corto beso en los labios.

-Te acompañaré a bañarte- dijo dándole una palmada en la espalda.

-¿Te bañaras conmigo psicóloga sexy?- Rebecca se sonrojó y rió.

-No claro que no, solo iré porque debo cuidarte, y debo ver que no te vas a comer a alguien- él le entrelazó la mano...

Fenómeno (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora