Derrotada por la soledad,
finjo un indescriptible placer hacia la inmensa felicidad,
que transmito de mi ser hacia el mundo,
mientras mi s lagrimas ahogan por completo a ese ser,
inútil y decepcionante que engendra hipocresía y rencor,
donde sus ojos reflejan lo miserable y patético
de la vida de este ser humano
que solo sirve para atribuir a
la inutilidad humana y mediocridad.