-¡Qué bien! Mañana empiezan las vacaciones de verano.- dijo Louise mientras veía a su familiar en el suelo.
-Así es.- contestó Saito, tirado en el piso, viendo a su ama.
-¿Qué tal si tenemos una semana de descanso?
Ellos estaban en el patio Austri. Como de costumbre, Saito estaba siendo pisado por Louise, y una vez mas tenía que explicar la razón de por que él estaba siendo pisado por Louise.
-Bueno, Siesta dijo que quería ir de viaje a Tarbes. ¿No estaría bien si yo me quedo solo aquí mientras tú regresas a tu casa? Algunas veces no es malo estar con tu familia sin nadie más alrededor ¿verdad?
Pero, juzgando por la expresión en el rostro de Louise, parecía que la razón sería nuevamente rechazada.
La puerta principal estaba llena de estudiantes que regresaban a su casa y podía ser vista desde el patio. Los estudiantes, quienes esperaban ansiosos para ir a casa, estaban subiéndose a los carruajes. Animados por sus padres, volverían a su ciudad natal Tristainia, la capital de Tristain. La Academia de Magia de Tristain tendría un largo periodo de vacaciones que empezaba el día de mañana. Serían dos meses y medio de vacaciones.
-U-Usted sabe, Srta. Vallière. Yo creo que Saito-san necesita un descanso también.
Una nerviosa Siesta dijo esto a Louise, quien estaba maltratando a Saito. Preparándose para regresar a su casa, Siesta no estaba vistiendo su uniforme de sirvienta, sino una ropa casual formada por una camisa verde oscura y una falda café.
Louise la miró de forma intimidante. Pero… Siesta ya no era la misma. Con un espíritu competitivo de una chica enamorada, le regresó la misma mirada a Louise.
-U-Un descanso también es necesario ¿verdad? U-Usted siempre lo hace trabajar a su antojo… y eso es horrible.
-Este tipo está bien. Eso es porque él es mi familiar.
Con esa actitud, Siesta parecía tener la sensación de algo.
-¿Su familiar? ¿Heh, es realmente eso…?- murmuró Siesta. Sus ojos brillaron, como si estuviera poniendo una trampa para atrapar a un conejo. Las mujeres enamoradas son sensibles para detectar a sus rivales.
-¿Eh? ¿Qué significa eso?
-N-Nada.- susurraba Siesta mientras se hacia la tonta.
-Dilo.
-Es solo que recientemente, la manera en que mira a Saito-san ha sido un poco sospechosa. Eso es lo que pienso.- dijo Siesta mientras veía a otro lado. Louise la empezó a ver intensamente con una mirada enfurecida.
Incluso una sirvienta se esta burlando de mi. Es culpa de Saito. Aunque él es un plebeyo, hace todo tipo de cosas extrañas. Incluso los plebeyos de la Academia están ganando confianza, pensó Louise.
Louise había escuchado tales rumores antes, pero esto es lo que era.
La autoridad del reino. La autoridad de los nobles. Bueno, eso realmente no importaba ¡pero mi autoridad!, pensó Louise.
Louise tembló mientras tenía ligeros temblores.
Siesta, quien entrecerraba sus ojos debido a la brillante luz del sol, suspiró, exponiendo sus pechos, y limpiándose el sudor con un pañuelo.
-Realmente… el verano es caliente.
Como una rosa, floreciendo en la naturaleza, el encanto brotaba de ella. Asombrosamente cuando ella mostró su escote, la cima de las dos colinas llamó la atención de los ojos de Louise.
