Capítulo 3 - El día festivo de Tristain. Parte 4

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El amanecer se convertía en medio día. En la plaza central, en la iglesia de San Remy, se tocó la campana. Eran las 11 de la mañana.

Un carruaje se detuvo enfrente del Teatro Real Tanaijiiru. Richmond salió de su interior. Miró con orgullo el teatro. El criado, que estaba sentado en el asiento del conductor, trató de bajar y seguirlo.

-Está bien. Espera en el carruaje.

Richmond sacudió su cabeza y entró al teatro. El vendedor de boletos hizo una reverencia una vez que notó al noble. Sin comprar un boleto, Richmond se introdujo al recinto. Eso era porque la inspección de las obras era uno de sus deberes como Director de Censura. Ese lugar era como su villa personal.

Los asistentes del teatro eran únicamente mujeres jóvenes, quienes empezaron a llegar seis minutos antes. Al principio, tenía un repertorio popular pero fue severamente criticada debido a que la actuación de los actores era horrible. Era como si hubieran espantado a muchos visitantes a propósito.

Richmond se sentó en su asiento privado y calladamente esperó a que la cortina se levantase.

※※※※※

Agnes y Louise habían llegado a la parte delantera del teatro hacia solo un momento. Louise no podía entender porque ellas tenían que acechar en el callejón junto al teatro todo ese tiempo. Sólo cuando un cierto carruaje apareció, Agnes pudo dejar su escondite.

Louise estaba cansada y desgastada. Ella no había dormido la noche anterior, aparte de que Agnes no le había explicado nada. Ella decía que era la caza de una rata, está bien. Pero siempre que preguntaba quién era la rata, Agnes guardaba silencio y dejaba de hablar.

Ante los ojos de Louise, quien estaba pacientemente esperando enfrente del teatro, pasaron las figuras que ella quería y conocía.

Era Henrietta escoltada por Saito, quien tenía ojeras por la falta de sueño. Aunque Henrietta traía puesta una capa, ropas de plebeya (las que Louise había comprado anteriormente), y llevando su cabello como una chica de ciudad, Louise estaba segura de no se estaba equivocando.

Agnes les había marcado a las dos personas el lugar del encuentro con anterioridad ya que había enviado un reporte con el búho mensajero y mantuvo atenta para cuando ellos llegaran.

-¡Princesa! ¡Saito!

Lo que empezó como un pequeño susurro se convirtió en un profundo grito mientras ella corría hacia ese par.

-Louise…

Henrietta abrazó muy fuerte su pequeño cuerpo.

-¡Estaba tan preocupada por que habías desaparecido!

-Discúlpame. Tomé prestado a tu gentil familiar y… me escondí en la ciudad. Perdón por no decírtelo. No quería involucrarte en esto pero, cuando fui informada esta mañana por Agnes de que estaban actuando juntas, me sorprendí. Eres mi mejor amiga, así que supongo que estábamos destinadas a encontrarnos en el mismo lugar, tarde o temprano.

Entonces, Agnes, que estaba parada en silencio, se arrodilló.

-Todo está listo, estamos esperando sus órdenes.

-Gracias. Realmente lo hiciste muy bien.

Y los últimos espectadores llegaron al frente del teatro…

Era la unidad Mantícora, la Guardia Mágica Real.

Todos miraban sorprendidos a su comandante, quien tenía una criatura fantástica con cabeza de león en su escudo de armas, aproximarse de una manera enojada.

Zero No Tsukaima #5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora