-no te asustes Maya te prometo que no te haré daño... estoy aquí para protegerte -me miro con ternura -Aléjate no te me acerques-hable con la voz temblorosa
Salí corriendo, Gabriel grito mi nombre, corrí hasta llegar a un parque, me tropecé y caí de rodillas al césped, estaba aterrada, mi cuerpo temblaba, me hice bolita y empece a llorar yo solo quería regresar a mi vida normal.
-¿Maya?-dijo una voz varonil
-hey ¿estas bien?-dijo una voz masculina
Mire hacia arriba, era un hombre alto, cabello negro, tenia un traje perfectamente planchado
-Hola Maya-dijo burlón
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Me levanté, iba a salir corriendo, pero el hombre me tomo del brazo su tacto ardía, grite de dolor, el hombre se reía
-ya sueltame-le pedí -me sorprende que no sepas quien soy yo-me miro de pies a cabeza
Yo no le dije nada solo que quejaba, su mano quemaba mi piel.
-mi nombre es....
El hombre no alcanzó a decirme su nombre por que de la nada cayó un rayo y un aleteo de unas alas se escuchó, mire a Miguel frente a mi.
-querido hermano que sorpresa -exclamó sarcástico -suelta a la chica -ordenó Miguel
El hombre me soltó, caí de rodillas al césped, Miguel me miró con desprecio.
-te dije que no te quería ver aquí -soy inevitable mi querido hermano mayor -no... se cuales son tus intenciones y no voy a permitir que destruyas ... -silencio me aburre tus discursos yo vengo a divertime no a oír tus sermones -dijo molesto
Oh mierda Lucifer.....
El voleteo a verme como si me leyera la mente y me sonrió con su perfecta dentadura, mi corazón estaba tan acelerado que sentía que iba a dar un infarto.
A lo lejos puede ver a Bill, estaba descalzo, no traía camisa solo traía unos jeans rotos.
Nunca había estado tan feliz de verlo, corrí a abrazarlo, Bill me tomo entre sus brazos me sentí protegida.
—Bill.... que sorpresa —exclamó sarcástico Lucifer —Aléjate de Maya—ordenó enojado —temo que no es posible.... tu me la entregaste ella me pertenece...
Bill apretó los puños, de sus manos salió una luz dorada, Lucifer traía una sonrisa burlona, Miguel me tomo del brazo
—tu vienes conmigo—dijo con voz seria
Intente safarme de su agarré, pero el apretaba más.
