Parte 3

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Sí, la imagen frente a ellos era hermosa, incluso más estando Louis dentro de ella. Ya era tiempo, tiempo de decirle quién era, de parar de ocultarse con él, así sería todo mucho más fácil. Ya que no era práctico ocultarle a una de las personas que ama que todo no es lo que parece. Suspiró. Se lo diría, estaba seguro, ese era el momento, no habría otro.

Iba a hablar, pero al momento en que abrió levemente los labios, Louis se volteó a verlo, acercándose. Sabía cuál era su expresión cuando quería comunicarle algo a alguien, y por su seriedad, era importante. Decidió que era mejor escuchar al castaño hablar primero.

–Gracias, gracias por todo. La otra vez no te agradecí por lo que hiciste, antes ayudaste a mi amigo, y ahora vienes a rescatarme a mí –habló con plena sinceridad.

Louis no parecía sospechar quién era él en realidad, por lo que hacía que Harry se cuestionara en si era el momento o no.

Era algo tortuoso verlo a él, verlo a los ojos detrás de una máscara, ver esa combinación de luces y colores detrás de él, los cuales que se reflejaban en sus iris vidriosos, era lastimero tenerlo cerca.

No podía hablar, de hacerlo notaría que era su voz, por lo que sólo asintió. Ya era momento de volver, pero no podía simplemente llevarlo a casa, sería extraño y delatador.

–Hagamos un trato –dijo Louis, llamando su atención al instante–. Seguramente estés esperando a que te diga mi dirección para llevarme mi hogar, como buen héroe que eres. Te la diré a cambio de que me dejes apreciar durante cinco minutos más ésta vista, y también me lleves a pasear un poco en tu espalda. ¿Trato?

Mentira, los "buenos héroes" no llevaban a sus casas a todos los rescatados, sería una pérdida de tiempo. El ojiazul pudo imaginarse la sonrisa de Harry, con la misma magnitud que la de él cuando recibió un asentimiento de parte del contrario. Era un trato, y uno encantador.

En el silencio ambos se sentían cómodos, observando las luces de la gran ciudad. Cada quien veía de manera diferente la escena, pero ambos la vivían con la misma intensidad. Louis se dio la vuelta para ver al hombre araña nuevamente.

– ¿Listo? –preguntó con una sonrisa, a lo que el contrario solo asintió.

– ¿No soy pesado? –dijo una vez estando en su espalda. El chico de rojo negó con la cabeza, mintiendo.

Sí era algo pesado, pero nada parecido al punto de lastimarlo. Louis era delgado, por lo que no era problema llevarlo.

Al principio el ojiazul por inercia cerró los ojos, por el despegue brusco, pero luego poco a poco fue dando confianza, terminándolos por abrirlos. Empezaron a deslizarse entre edificios y postes, lo que para ambos era de gran diversión, estando juntos era más memorable el momento.

–Muéstrame un lindo lugar Spidey.

¿Spidey? ¿En serio le había agarrado tanta confianza? Que sea alguien con buena fama, y con algún que otro conspirador en contra, no significaba que debía serle alguien fiable. Le gustaría retarle, pero no podía, en ninguna de las formas. Sin embargo, ahora debía pensar en un lugar que le pueda gustar al castaño, ya que no podía simplemente llevarlo a casa.

***

Bajó del chico hasta tocar el piso con sus pies. Miró sus alrededores con una embobada sonrisa en el rostro. Estaban en una terraza llena de plantas y tierra, ¡tierra en una terraza! También tenía una media sombra con sillones y una mesa de madera debajo. Estaba alumbrado y hermoso.


– ¿Qué pasa si alguien vinie...

Quedó callado, su visón destacó a una hermosa flor conocida para él, a la cual se acercó rápidamente para poder apreciarla mejor.

Mi mejor amigo es un SUPERHÉROEWhere stories live. Discover now