Falsa vida.

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Bella ciudad mia, ¿qué ha pasado contigo?.

Parece que algo te atormenta.
Déjame saber que es.
Hace tiempo que no es lo mismo salir de la puerta y caminar por las banquetas viendo a la gente pasar.

Me gusta salir a la calle mientras veo a diferentes personas reir acaudaladamente. Algo gracioso o bueno debe de estar pasando en sus vidas, la gente no rie solo porque si.

Detrás de cualquier movimiento simpre hay una razón detrás.
Detrás es una palabra que no puedo definir.
Y lo considero como algo muy extenso, realmente dificil de manejar.

Regresando a la gente que caminaba por el parque lograba captar diversas conversaciones. Adultos hablando sobre política y sistemas financieros que supongo jamás terminaré de entender, parejas peleando, otras planeando la cena romántica que tendrán por la noche, niños hablando de videojuegos y programas de televisión.  Esto me hace especial énfasis, ya que mi memoria me permite recordar muy poco sobre como era cuando era infante, pero estoy muy seguro que no veia la televisión ni jugaba videojuegos. Seguramente vagaba por el bosque que estaba detras de nuestra antigua casa persiguiendo perritos que iban a pedir un poco de comida. Me gustan mucho los animales y sí, sobre todo los perritos, de hecho tengo 6 en casa en un patio bastante grande que tengo. No me molesta limpiarlos o ayudarlos cuando estan enfermos, ya que ellos me ayudan bastante a mí. Mis padres no tienen ningun problema en que vivan en nuestro patio, aunque si les hace bronca que entren a la casa  ya que segun ellos peuden dañar los muebles y el piso. A mi eso no me parece, pero poco
derecho tengo para reclamar. Después de todo, los tengo en mi grande patio, donde nadie los molesta. Supongo que mis padres me dejaron tener tantos perros, porque consideraban que eran mis unicos amigos y los unicos seres que serian capaces de estar conmigo.

No fui un niño muy social desde joven, ya que preferia mirar un atardecer que salir a tocar timbres de los vecinos para posteriormente correr como un campeon de atletismo. En la escuela no me era muy difícil evitar a los demás, solo tenia que decir que estaba enfermo y el resto se hacía solo. Los pocos amigos que tenia era porque sus papas conocían a mis papas, y siempre terminabamos en el centro comercial sentados en una zona comiendo helado mientras nuestras madres salian de compras o hablaban de temas interesantísimos como lo eran la telenovela de los jueves, o galanes que tuvieron fama en el siglo pasado.

Igual después de un tiempo conocía a aquellos de niños y nuestro clímax de amistad sabia que estaba logrado en el momento en el que extrañaba salir con ellos por un helado. Al ver a aquellos niños hablando sobre videojuegos supe que los adultos tienen razón cuando dicen que los tiempos cambian. No era nadie para decir si era para bien o para mal, al ser sincero no me importa mucho aquello, puesto que  esa etapa ya la viví.
Vivo y creo que el ritmo de la vida en ocasiones es muy estúpido.
Tiende a subir y bajar en muchas revoluciones sin darnos cuenta, sin merecernoslo o poder ser capaces de sobrellevarlo. Observas que gente parece sufrir para llevar su propia vida, viendo pasar tan solo almas solitarias sin un soplo de alegría, felicidad o amor. Gente que pelea y grita en las calles. Falsas sonrisas. Falsos abrazos.
Falsa vida.

Podria tirarme mil horas insultando mi existencia en este lugar.  ¿Qué significa? No hablo de dónde venimos y a dónde vamos. Hablo, ¿qué hago parado aquí?

Deberia ir a casa.
Mi casa se encontraba en una colonia popular, a la que siendo clasistas la pondria en un estatus pobre. Vivia con papá (Mario), el cual era un hombre muy amable, que sin embargo la vida ha ido acabando con él. Trabaja en un taller mecánico, una vez en un accidente un auto cayo sobre su pierna, la cual, no pudo salvar, pero eso no hace que se detenga. Sigue realizando su trabajo con la misma dedicacion con la que lo ha hecho desde siempre.
Supongo que esa es una de las cosas que se debe aprender de un padre o algo así.
Tambien en casa vivía mi madre, Venecia. Ella era fresca como las misma ciudad, pero siempre vivia con muchos nervios. Es la madre cuidadosa, amorosa y muy consentidora que conocemos.
Ellos me habian adoptado desde que yo tengo 3 años.
Básicamente desde donde recuerdo mi vida, y podria decirse que ya llevo un gran tiempo conviviendo con aquellas amables personas. Aunque creo que no conozco mucho de ellos ni ellos mucho de mí.
Pero son lo único preciado que tengo, en esta falsa vida.
Llegué a casa algo hambriento, no suelo almorzar en la escuela, la comida de la cooperativa apesta.

-¿Hay alguien en casa?- dije en tono elevado

Se prolongó un silencio en ese entonces

-¿Ma?, ¿Pa?- pregunté ya desesperadamente

Subi y baje escaleras buscando algo de ellos, una señal de vida, una nota, o algo. Más mi búsqueda fue en vano.
En el ambiente se sentia una vibra realmente muy extraña, y mi paranoia lo identificaba. Trataba de relajarme, pudieron haber salido a comprar comida, gracias a Dios, significaba que le habian pagado a papá.
Tomé una  manzana del frutero y comencé a observar televisión, buscando algo que ni yo sabía. Había noticias, deportes, comedia básica, videos musicales, pero nada me convencía.
Entonces paré mi búsqueda, y dejé en un canal de televisión local, a diferencia de las otras 16 opciones, ésta podía cubrir el espacio donde vivía.
Calenté un poco de pasta, y si soy sincero, no se cuanto tiempo llevaba ahí.
Preparé la mesa, puse los 3 manteles, tal vez mis padres llegarian pronto.
Algo en mi que no lo queria admitir, seguia pensando lo de Daniel, y necesitaba de un consejo de su padre o de su madre.
Mientras comía escuché un ruido extraño, alguien gritaba, parecia dolor, parecia ardor, sonaba muy preocupante.
El ruido se propagaba, y cada vez su frecuencia era mas cercana.
Corrí a mi cuarto, y tomé un cuchillo. Se que se escuchará amenazador, pero no era mas que un cuchillo para cortar carne, se quedó ahí desde hace algunas cenas.
Cuando comenzaba a pensar en rezar a Dios, el ruido se detuvo un momento.
Mi estúpido sentido de curiosidad queria que saliera averiguar sobre lo que era el sonido. Y cuando estaba a punto de acercarme a la entrada. La puerta se abrio lentamente.

-¿Quién eres?- pregunté, pero no obtuve ninguna respuesta. -¿Quién putas eres?-

Trate de acercarme mas, mi mano temblaba demasiado, pero debia tener valor para no soltar el cuchillo. Conseguí acercarme mas, y entonces...

Vi a mamá llorando. Sus ojos estaban completamente inundados.

-¿Mamá?-  le pregunté.

Ella lloraba, pero sin su respuesta no podia saber la causa, y me daría dolor insistir. Noté que su ropa estaba sucia y parecia completamente revolcada por la tierra.

-¡Mamá!, ¿Mamá?- ya lo decía con claro tono de desesperación

-Fuuu....tuuuuuu...ehhhh- decía prácticamente con un nudo en la garganta.

-No puedo entenderte, ¿qué es lo que pasa?- decia yo con la voz tambien desgarrada.

-Ven aquí- me dijo mientras me daba un caluroso y tenebroso abrazo.

-¿Estás bien?, ¿Por qué estas llena de lodo?- era lo que podia notarse en su ropa-

-Tuuuu...tuuu...- me respondía aunque le costaba demasiado trabajo. -Tu papapapa... no no queria...pepepe...ellos-

-¿Qué mamá?-

-Se lo llevaron- al fin pudo responder

-¿Qué, quién?, ¿Mamá?-

En eso escuche que se desmayaba.

-¿Ma?- respondí llorando.

Saben, es difícil no contagiarse del sentimiento que provocaba tal situacion, él no estaba, y ahora las cosas se comenzaban a tornar grises, no sabia que hacer, no estoy preparado para estas cosas, aunque los luces de mi vida nunca han sido brillantes, ni los caminos lo ilumina alguna hada, el sentimiento de esta señora, sin su señor, es tan...
No se que pensar.
De hecho no me siento bien, creo que...

Stuck On The PuzzleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora