Soy...

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Sentir
¿Tu sientes?
Llorar
¿Por qué lo haces?
Ríes
¿Y la razón?
Actualmente las dudas giraran por tu cabeza, pero mantén la calma, me presentaré de la manera más formal que conzoco y me han contado.
Mi nombre es Scott, no recuerdo tener un apellido, de hecho no se porque las personas tienen uno, ¿En qué lugar se obtiene? Porque debería ir urgentemente. Tengo 16 años, la edad de la plena estupidez, así lo escuché de mi maestro de biología. Creo que es un gruñón, pero debe tener una sonrisa escondida por dentro. Una vez lo vi entrando a su coche color gris, y encendiendo la radio. Me acerqué gentilmente con una cara de asombro y le pregunté

-¿Qué es lo que está escuchando?-

Creo que realmente no había captado su atención, solo hizo una seña de una solemne compasión y respondió
-Vamos chico, sube al auto-

Abrí la puerta y pude ver como guardaba sus lentes negros en un estuche muy sofisticado. Al guardar su fino estuche en su mochila de trabajo (lo cual considero es una puerta a otra mundo), me miró una vez mas y me preguntó.

-¿Qué sabes sobre lo clásico?-

-Que era mejor- respondí con voz temblorosa, siendo sinceros aún seguía pensando en la mochila secreta.

-¿Por qué dices que es mejor? preguntó confundido

-Porque los adultos lo dicen, siempre hablan sobre como añoran sus días y critican lo que es actual, y terminan diciendo, ¡No hay como lo clásico!- respondí.

El profesor entonces subió el volumen de la radio. Logré captar la canción que sintonizaban, era una canción de Queen.

-A esto me refiero profesor, probablemente pueda ir con cualquiera y le responderá que esto es un clásico- Fue lo primero que se me ocurrió decir en ese momento.

Observaba como aquel señor gruñón movía la cabeza de lado a otro, cantando armoniosamente y olvidando todo lo que pasaba en su alrededor.
Decidí no quedarme atrás e imite la relajación que el profesor estaba transmitiéndome.
Tantas cosas lograban pasar por mi cabeza, ¿Cuál era el significado de aquella canción?
Miré mi reloj y faltaban ya 10 minutos para entrar a mi siguiente clase, y con mucha vergüenza le dije al profesor.

-Creo que es hora de irme-

No se inmutó, no observe ningún movimiento de su parte, estaba edificado como una estatua.
Insistí una vez más

-Profesor, se me hará tarde-

Esta vez reaccionó pero algo en el habia cambiado, me dio una sonrisa y me preguntó

-¿Y que esperas para irte?-

Genial, regreso aquel amargado profesor, pero pude notar algo ese dia, todas las personas tienen una debilidad, la de aquel individuo era la música de Queen en su automóvil a las 11 de la mañana.
¿Tendré alguna debilidad?
Pero, ¿qué más da?, para que saberlo, al conocer mi debilidad puedo ser perseguido como Superman y un niño mimado molesto me persiga con Kryptonita.
Supongo que es mejor mantener perfiles bajos, como los espias, o las secretarías.

Stuck On The PuzzleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora