(Editado) Bakugou queda huérfano a los 4 años, queda al cuidado de inko y su hijo Izuku de 16 años, con el tiempo se muda con este, kacchan tiene problemas con su salud mental y el peliverde tratara de curarlo sin importar lo que tenga que hacer...
-Kacchan debes estar equivocado, eso es una cárcel-
-¡Si no me crees no vengas, no te necesito, aguantaré una noche aquí, quédate con esa estúpida, me importa un carajo!-
-¡Kacchan!-
la llamada termino, el rubio había cortado con la comunicación.
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VOCES
¿Porque?
¿Porqué de nuevo?
las escucho otra vez, esa voz, esos susurros interminables, esos malditos susurros que no me dejan dormir, que me atormentan, que llegan tan de repente, que me paralizan, que me vuelven loco
Pero ¿qué es lo que quieren?
-¿qué es lo que quieren? ¿qué quieren de mí?-solloce
Llevo mis manos a mis oídos mientras las lágrimas salen desesperadas de mis ojos...
Me hago un ovillo en el piso, estoy temblando, esas voces no se van no lo harán, están en mi cabeza, están conmigo... No importa cuánto cubra mis oídos, seguirán ahí.
Alguien está detrás de mí, me levanto, está cerca me persigue, le lanzo un jarrón, no logre nada, solo romper el jarrón, también le arroje la mesa de centro
-katsuki-me susurraban
Una y otra vez
-¡Silencio! ¡Ya basta! -lloraba
Eso me mataba de miedo y ansiedad, era desesperante
Algo me sujeto por detrás. Me moví como loco.
-¡suéltame! ¡Ya basta! Por favor- mi voz se rompió
-Kacchan tranquilo soy yo está bien-
Esa voz
La reconocía era quien cuidaba de mí, quien hacía a las voces alejarse, pero eso era antes, ahora no le temían ni a él, siguen ahí.
Detrás de mí, susurrando mí nombre
-katsuki- lo decían tan rápido casi sin respirar
-Katsuki...-
-¡cierra la boca! Deku cállalos, haz que paren, que paren ¡ahora!-le rogaba, mientras me aferraba desesperado a su camisa
