Rivalidades

IV

Un jadeo escapo de los labios de Lucy.

-¿Ella es quien beso a Gray?

Afirme con la cabeza, la decepción atravesó los ojos de Natsu, mientras que Lucy bajo la mirada a sus manos echas puño en su regazo, podía asegurar que luchaba por no echarse a llorar. La incomodidad era palpable entre mi hermano y la rubia, fue gracia divina que el teléfono de Natsu sonara haciendo que se levantara hacia la cocina.

-Los impulsos son malos ¿no?-dije una vez nos encontramos solas.

-Sabias que éramos compañeros de equipo, querías humillarme desde un principio haciéndome quedar como una cualquiera-refunfuño molesta, en cambio yo solté una ligera carcajada.

-Te equivocas, esta vez fue pura casualidad pero igual me alegra que mi hermano sepa qué clase de chica eres-sonreí antes de dejarla con la palabra en la boca he ir tras Natsu.

Lo encontré justo cuando colgó el teléfono, una sonrisa engañosa y burlona se extendió en sus labios.

-Creí que era diferente-mustio.

La última vez que Natsu tuvo una novia resulto lastimado, mientras él estaba ocupado trabajando su entonces novia le engañaba con el vecino, desde ese entonces no ha vuelta a tomarse a una chica en serio.

-Lamento que no sea así, algún día encontraras alguien que valga la pena-hable sinceramente, abrazándole. Y por ese pequeño instante desee que las cosas con la rubia fueran diferentes.

Pasaron dos horas más para que Lucy se marchara, la actitud de mi hermano hacia ella había cambiado, ya no la trataba como a una persona con la que quisiera relacionarse o con interés siquiera, la rubia había pasado a ser de las del montón a los ojos de mi hermano.

Enfundada en una falda negra y una blusa verde militar que mostraba mi abdomen, esperaba pacientemente recostada sobre el sofá a Gray.

-Ese cubo ya se está demorando-se quejó mi hermano volviendo a peinar su cabello por segunda vez.

-Ya está por llegar, no es como si Lissana no fuera a esperarte. ¿Sabías que anda contando que vosotros están saliendo?

Su ceño se frunció profundamente. Muy bien Juvia ve soltando el veneno me dije, de esta la chihuahua no se salvaba.

-Le dije que solo era sexo.

-Pues creo que se lo ha tomado de broma-le voltee a ver.

-Mañana mismo le dejare-prometió Natsu y yo celebre internamente, la arpía manipuladora caería mañana.

El mensaje de Gray llego rápido a mi celular, tanto Natsu como yo nos apresuramos a bajar al estacionamiento.

-Hola cariño-le salude estrellando mis labios sobre los de Gray el cual profano un beso tierno y seductor.

-No hagan sus escenas, aun no me lo tomo del todo bien-nos riño Natsu.

Gray rio por su comentario cuando ambos nos separamos.

-¿No seguirás molesto?

-¿Tú ya hubieras superado que tu mejor amigo se enrollara con tu hermana?

-Sabes que es más que enrollarnos-articulo Gray poniendo en marcha el auto.

-Lo sé, pero eso no quita que fuera con mi hermana, rompiste la regla número uno.

-El corazón no elige-intervine.

Lucy H.

Sabía que era una muy mala idea asistir a la fiesta en casa de Erza, primordialmente porque sabía de antemano que Juvia y Gray estarían ahí y por si fuera poco que Natsu fuera el protagonista de la fiesta. Pero todos tenemos a esa amiga que no te da un respiro hasta que accedes a ir con ella.

-Lucy ese vestido te queda de maravilla-alago Levy, quien comenzó a guiarme por la multitud de jóvenes.

Muy tarde me di cuenta de sus intenciones pues en un abrir y cerrar de ojos estaba parada frente a Natsu, sus ojos se oscurecieron fríamente un gesto que me hizo recordar a cierta peliazul a quien no me atreví a mirar. Cuando todos los ahí sentados posaron sus incomodas miradas en mi pude sentirme empequeñecer.

-Esto no es buena idea-susurre, rogando porque Levy me escuchara, sin embargo esta hizo a ambas sentarnos junto a Gajeel, solo entonces me ignoraron y siguieron conversando.

Aunque escuchaba voces no lograba poner atención en lo que decían, pues por más que lo intente evitar me quedaba concentrada mirando como Natsu reía, era tan perfecto o al menos lo fue hasta que una chica de vestido diminuto se lanzó sobre su regazo. Me obligue a apartar la mirada topándome ahora con Gray y Juvia besándose, ambos se veían tan bien juntos que desee algún día tener una relación como ellos, sin un padre obsesivo empeñado en casarme con algún hijo de sus socios adinerado.

"¿Quién dijo que el dinero lo era todo?" pensé amargamente. Por otro lado cuando observe a los demás a mí alrededor no pude evitar sentirme fuera de lugar, ellos eran muy unidos, podría asegurar que si no fuera por Levy jamás habría logrado un acercamiento, ni siquiera como compañera.

-Vamos Lucy a bailar-me animo Levy.

Sonreí ampliamente y me levante, ambas nos dirigimos a la zona de baile, desgraciadamente la chica de vestido diminuto nos siguió junto con Natsu, ella comenzó a bailar restregándose contra él sin pudor alguno, mientras yo me contuve de tirármele encima.

"Los celos son malos Lucy" me recordé y seguí bailando.

Ya pasaban de las doce de la noche, era hora de regresar a casa. Levy se tambaleaba y murmuraba cosas sin sentido, Juvia y Gray habían desaparecido, Natsu se fue a algún lugar con la chica llamada Lissana y yo estaba ayudando a una Levy ebria a entrar al baño.

-Esperare aquí fuera-dije a mi amiga tras cerrar la puerta.

Una morena se acercó muy amigable hasta donde yo estaba. Parecía ser una chica simpática pues me sonrió largamente.

-Tú debes ser Lucy-me extendió su mano.

-Ella misma-la estreche.

-Iré al grano Lucy ¿me preguntaba si quisieras hacer una alianza? Creo que ambas tenemos asuntos pendientes con Lockser.

La mire sorprendida.

-Dos contra una no sería justo-inste cautelosa.

-Aun no sabes de lo que ella es capaz de hacernos, el año pasado una amiga nuestra fue a parar al hospital por su culpa, los padres tuvieron que enviarla a un centro psiquiátrico por lo que le hizo ¿eso se te hace justo? Es mejor que amabas estemos juntas, piénsalo Juvia es de lo peor.

La oferta me pareció tentadora, no estaba dispuesta a terminar en un hospital, sin embargo confiar en la desconocida era demasiado pronto.

-Lo pensare.

-Por cierto soy Ultear Milkovich.