EDITANDO - Moonlight (#1 Moonlight)

Capítulo 22: h(a)unted

JANE POV

Cualquier sentimiento que los ojos de Derek hubieran tenido un segundo atrás había desaparecido por completo. Rojos como la sangre, me observaban impasibles, fríos, vacíos. Permanecí congelada en mi sitio, incapaz de moverme e impedir que su humanidad se desvaneciera. Su piel era blanca como el mármol y le daba el aspecto de esas estatuas neoclásicas a las que siempre me había recordado.

No tenía mi collar para protegerme ni podía hacer uso de mis habilidades ya que me dejarían al descubierto. Derek seguía ahí de pie sin hacer nada. Creí que su parte humana había conseguido detener a la animal por mí y me emocioné. Di un paso hacia delante intentando acercarme sin sobresaltarlo. No se movió. De nuevo di otro paso. En respuesta su mandíbula se tensó. Mierda Jane, estate quieta. Ya no importaba, me cogió del cuello y me levantó tres palmos del suelo.

- De-Derek para, soy yo, Jane - dije con dificultad. Su agarre no me dejaba respirar y estaba empezando a marearme. Puse mi mano encima de la suya en un estúpido intento de atraer su humanidad. Me gruñó encolerizado y me lanzó contra una de las paredes de la universidad. Escuché algo romperse y recé internamente por que hubieran sido los ladrillos y no mi espalda.

Me levanté poco a poco, insegura del daño que mi cuerpo había sufrido. Derek se acercaba de nuevo a mí. Voy a morir, era el único pensamiento que resonaba en mi cabeza. Me cogió la mano que había tocado la suya antes y la rompió. Solté un grito ensordecedor y empezaron a caerme lágrimas sin control. Él seguía mirándome sin ningún tipo de sentimiento. Entonces escuché algo acercarse y eché a correr aprovechando que él se había distraído. Sabía que era inútil, no era lo suficientemente rápida ni fuerte para sobrevivir, y aunque lo fuera ellos al día siguiente iban a acordarse de todo y no podían enterarse de mi desarrollo prematuro de habilidades.

Agudicé el oído y extrañamente nadie me seguía. Demasiado raro. Debía darme prisa, y se me ocurrió usar algo que ellos no tenían: la razón. Si pensaba con inteligencia quizás podría despistarlos hasta que saliera el sol. Debían ser unos cuarenta y cinco, y al parecer estaban entretenidos con otra cosa.Decidí que la opción más viable era esconderme en el bosque e intentar que mi olor se camuflara con el de los animales. Con toda la fuerza que fui capaz lancé mi chaqueta hacia un lado con la intención de que llegara lo más lejos posible. Tomé el camino contrario y me dirigí al lugar donde el olor de la fauna era más fuerte: el lago.

Anduve alerta y poco a poco me moví entre los árboles. No muy lejos empecé a escuchar gritos desgarradores. Son de humanos... con eso se habían entretenido. Sin lugar a dudas esa noche iba a ser la protagonista de mis pesadillas los próximos meses si lograba salir viva.

Sobre la una y cuarto llegué al claro. Los gritos habían enmudecido y sólo escuchaba el viento moviendo los árboles y muchos grillos. Sospesé la idea de bañarme en el lago para disipar mi olor al máximo pero teniendo en cuenta que era invierno e iba sin chaqueta podía morir congelada. Piensa, piensa, piensa... El pánico controlaba mi cuerpo y el ardor de mi mano herida limitaba mis opciones. No tenía ni idea de cuanto tardaría en curarse. Me senté entre dos gruesas raíces de un árbol, intenté ignorar el dolor y me centré en los sonidos de mi alrededor. Un grupo de unos veinticinco estaba en la zona en la que supuse que habían matado a los humanos ya que podía escucharlos comer y romper huesos. Otros diez se habían dispersado y estaban peleándose entre ellos. Unos cinco estaban muy lejos, y cinco más... estaban donde había tirado mi chaqueta, estaban intentando seguir mi rastro. Me hice un ovillo completamente asustada. Era la una y media de la madrugada, quedaban aún cinco horas para que saliera el sol. No lo conseguiré. Me hundí con ese pensamiento y, al querer hacerme pequeña totalmente destrozada, la tierra debajo de mí se desmoronó y caí en un agujero. Al principio me quedé inmóvil asustada por si el ruido había llamado la atención de mis depredadores pero al no pasar nada me levanté y saqué medio cuerpo fuera. Quizás aún me quedaba una oportunidad.