Capítulo XVI

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   Metí mis manos dentro de mi pantalón de mezclilla, y a su vez en el bóxer para poder acomodar mi pene apretado. En ese momento, Paul dio un mordisco a su sándwich y un chorro de salsa de queso cheddar salió disparada a su camisa blanca.

   —Mierda —chasqueó su lengua, haciéndome reír. Tomó una servilleta y se limpió el área, pero sólo logró mancharla más—. ¡Agh, maldición!

   Estábamos en una cafetería tomando le desayuno —aunque el reloj casi pisaba las once—, que consistía en un sándwich para cada uno y frappé de café para mí, mientras que Paul se conformó con un batido de frutas.

   —Súbete el suéter —limpié mis manos con la servilleta, y me dispuse a subir la cremallera de su suéter negro. De esa forma su mancha quedó camuflada—. Pareces un bebito.

   —¿Un bebito?

   —Un bebito muy lindo y tierno —nos reímos—. Vale, en serio. Sigue con lo que estabas contándome.

   —Agh, John —Paul se rió un poco. Dio un sorbo de su batido, y añadió—: Es sobre Jane.

   —Ajá, lo sé —volví a subir las mangas blancas de mi camisa negra, y lo miré con atención porque el tema parecía ser serio—. ¿Qué sucede?

   —Bueno, que hay rumores... de que... bueno —se retractó—, no son rumores. Es que últimamente la he visto, gracias a la prensa y medios, que está saliendo con un tipo.

   Me apresuré a verlo a los ojos; él adoptó un semblante triste mientras jugaba con la pajilla.

   —¿Y quién es el tipo?

   —No es del medio —contestó, con la mirada decaída—. Es el fotógrafo de una revista.

   —Mm, ya. Pero... p-pero, ¿tú le has preguntado?

   —Sí, claro que sí —él asintió. Se dignó a mirarme, y le dio un pequeño mordisco a su sándwich, esta vez evitando otro accidente con su ropa—. Pero me dice que no —añadió, luego de digerir.

   —Bueno, deberías confiar en ella, ¿no?

   —Pues sí, se supone, pero... pero es que yo siento que es como una venganza de su parte, ¿me entiendes? Cómo yo acepté ser tu novio de mentira, ella está haciendo el mismo plan...

   Suspiré.

   —Me cuesta creer eso —comenté—. Sinceramente espero que todo sea un error y que ella de verdad no te esté mintiendo.

   —Yo también lo espero, Johnny Boy... —su voz era frágil—. Yo amo mucho a Jane.

   —Lo sé —asentí, con una sonrisa—. Estoy seguro que ella también te ama mucho.

   —¿Por qué lo hace? Agh, me da coraje verla con ese tipo tomando un café o un helado. O simplemente sonriendo.

   —Es comprensible —rasqué mi ceja derecha—. Tal vez a ella tampoco le gusta la cercanía tuya y mía. Y es obvio que no le gusta.

   —Sí, pero es imposible que entre tú y yo haya algo más que sólo una relación porque somos amigos. En cambio con él y ella es muy distinto.

   —Claro, tienes toda la razón. Pero descuida, ella está intentando darte celos. Lo ideal es que tú demuestres que la quieres cada día más.

   —Lo hago —Paul acomodó un poco su cabello, luego sonrió—. Siempre me levantas el ánimo, de alguna u otra manera.

   —¿De verdad? —carcajeé un poco, al tiempo que bebía un sorbo de mi frappé—. Vaya, gracias. Me haces sentir buena persona.

Kisses on the Bottom ➳ McLennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora