Abro los ojos con dificultad. No sabría decir si es lunes, martes o sábado. Tampoco sabría decir qué hice ayer.
Termino de abrir los ojos y observo que estoy enganchada a cables, a miles de cables en una habitación blanca y prácticamente vacía.
A mi mente vienen mis mejores amigas Lía y Mimi, ¿qué ha sido de ellas? Recuerdo que un coche chocó brutalmente contra nosotras. Joder, sí, un puto coche a toda hostia. Lía conducía, y papá y mamá venían en el coche de atrás, pero... ¿dónde están todos? ¿a dónde íbamos? ¿qué pasó después del golpe?
- ABRIL: ¿Hola? ¿Hay alguien?
No obtuve respuesta. Decidí levantarme, pero los cables me ataban, me agobiaban. Pese a eso, soy una chica terca y si quiero levantarme, lo hago. Sigo luchando contra los cables hasta que por fin logro levantarme un poco y mover las piernas.
De pronto, una de las máquinas a las que estoy enchufada pita sin control.
Entran 2 enfermeras alborotadas y una señora detrás de ellas.
- ENFERMERA 1: Abril, no te muevas. Y salga, señora, por favor.
- SEÑORA: ¿¿Abril??
- ENFERMERA 2: Siéntate, tranquila.
- ABRIL: ¿Dónde estoy? ¿Quién era esa señora?
- ENFERMERA 1: En un hospital.
- ABRIL: Eso lo he deducido yo sola, gracias. ¿Y la señora?
- ENFERMERA 2: No podemos darte más información.
Empiezo a mosquearme y a ponerme nerviosa.
- ABRIL: ¿Cómo que no?
Me volvieron a incorporar en la cama.
- ENFERMERA 2: Ahora ya son casi las 23h, pero la doctora y el psicólogo pasarán mañana a las 9h.
- ABRIL: Tengo sed, ¿me podríais traer agua?
- ENFERMERA 1: Tu alimento pasa por este cable que ves. A través de él comes y bebes todos los días. De momento no podemos darte nada sólido.
No respondo. Me limito a mirarlas mientras se marchan y cierran la puerta con llave.
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MUÉRDEME. ©
Teen FictionAbril, una chica que tras dos meses en coma a causa de un accidente, despierta a cientos de kilómetros de su ciudad natal rodeada de desconocidos. Su vida ha dado una vuelta de 180º y debe iniciar una nueva junto a su tía en la nueva ciudad. Allí co...