Capítulo 8 Pensando de Cierto Modo

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  Vuelva al capítulo 6 y lea nuevamente la historia del hombre que se formó una imagen mental de su casa, y usted obtendrá una clara idea del paso inicial para enriquecerse. Usted debe formarse una imagen mental clara y definida de lo que usted quiere; no puede transmitir una idea, a no ser que la tenga usted mismo. 

 Debe tenerla antes de que pueda transmitirla; y muchas personas no logran imprimir en la Sustancia Pensante porque tienen sólo un concepto vago y borroso de las cosas que ellos quieren hacer, tener, o en lo que desean convertirse. No es suficiente que usted tenga un deseo general de lograr riqueza ʺpara hacer el bien con ellaʺ; todos tienen ese deseo.No es suficiente que usted tenga el deseo de viajar, de ver cosas, de vivir más, etc.; todos tienen esos deseos también. Si usted fuera a enviar un mensaje escrito a un amigo, no enviaría las letras en orden alfabético, para que él mismo construyera el mensaje; usted tampoco tomaría palabras del diccionario al azar. Usted enviaría una oración coherente; que signifique algo. 

Cuando usted trate de imprimir o impregnar su deseo en la Sustancia, debe recordar que esto debe ser hecho por medio de una declaración coherente; usted debe saber lo que quiere, y ser definido. Usted no puede enriquecerse, o comenzar a convertir su poder creativo en acción, si envía información confusa y deseos vagos.Acérquese a sus deseos tal como el hombre que he descrito cuando examinó su casa; vea sólo lo que usted quiere, y consiga una clara imagen mental de ello, tal como usted desea que luzca cuando lo consiga. 

 Usted debe tener continuamente en su mente esta clara imagen mental, como el marino tiene su mente fija en el puerto hacia el que dirige su barco; usted debe mantener su mirada hacia esa imagen todo el tiempo. Usted no debe perder la de vista, así como el timonel no pierde de vista la brújula. No es necesario hacer ejercicios de concentración, ni establecer momentos especiales para la oración y la afirmación, ni ʺentrar en meditaciónʺ, ni hacer trucos ocultos de ninguna clase. Esas cosas son buenas, pero todo lo que usted necesita es saber lo que usted quiere, y desearlo con la suficiente fuerza como para que esto se mantenga en sus pensamientos. 

Pase todo el tiempo libre que usted pueda en la contemplación de la imagen que usted se ha formado, pero nadie necesita hacer ejercicios para concentrar su mente en una cosa que quiere realmente; son las cosas que realmente no le interesan las que requieren el esfuerzo de fijar su atención en ellas. Y a menos que usted realmente quiera enriquecerse, de modo que el deseo sea lo bastante fuerte para mantener sus pensamientos dirigidos hacia el objetivo, tal como el polo magnético retiene la aguja de la brújula, casi no valdría la pena que usted tratara de realizar las instrucciones que se dan en este libro. 

 Los métodos que expondré de ahora en adelante son para la gente cuyo deseo de riqueza es lo bastante fuerte para vencerla pereza mental y el gusto por las cosas fáciles, y para hacerlos trabajar. Cuanto más clara y definida tenga usted su imagen, y mientras más usted piense en ella, recalcando todos sus encantadores detalles, su deseo será más fuerte; y cuanto mayor sea su deseo, más sencillo será sostener su mente fija sobre la imagen de lo que usted quiere.Sin embargo, es necesario algo más que simplemente ver la imagen con claridad. 

Si eso es todo lo que usted hace, usted es sólo un soñador, y tendrá un poder pequeño, o ninguno, para el éxito.Detrás de su visión clara debe estar el propósito de realizarla; y de convertirla en una expresión tangible. Y detrás de ese propósito debe haber una FE invencible y firme de que la cosa ya es suya; que está ʺal alcance de su manoʺ y que usted sólo tiene que tomar posesión de ella.Viva mentalmente en la nueva casa, antes de que ella tome forma físicamente alrededor de usted. En el ámbito mental,entre ya en el placer total de las cosas que usted quiere. ʺTodas las cosas que pidas cuando ores, cree que las recibirás,y las tendrás,ʺ dijo Jesús.Vea las cosas que usted quiere como si estuvieran en realidad alrededor de usted todo el tiempo; véase usted mismo en posesión de ellas y utilizándolas. Utilícelas con su imaginación tal como usted las usará cuando sean sus bienes tangibles. Pasee por su imagen mental hasta que sea clara y nítida, y entonces tome la Actitud Mental de Propiedad hacia todo lo que hay en aquella imagen. Tome posesión de eso en su mente, con la fe absoluta de que es en realidad suyo. Aférrese a esta actitud de propiedad mental; no renuncie ni durante un instante a la fe de que eso es real. 

 Y recuerde lo que se ha dicho en el capítulo anterior sobre la Gratitud; esté tan agradecido de ello todo el tiempo como espera estarlo cuando haya tomado forma. Quien sinceramente puede agradecer a Dios por las cosas que posee aun sea todavía sólo en la imaginación, tiene verdadera fe. Se hará rico; causará la creación de cualesquiera cosas que desee.Usted no tiene que orar repetidamente por las cosas que quiere; no es necesario decírselo a Dios todos los días. "No empleen repeticiones vanas como hace el pagano– dijo Jesús a sus discípulos– porque el Padre conoce las necesidades antes que le pidan."

 Lo que usted tiene que hacer es formular inteligente mente sus deseos de las cosas necesarias para una vida más plena, y ordenar estos deseos en un todo coherente; y luego impregnar este Deseo Total a la Sustancia sin Forma, que tiene el poder y la voluntad para traerle lo que usted quiere.Usted no logrará esta impresión repitiendo chorros de palabras; usted lo conseguirá sosteniendo la visión con PROPÓSITO firme de lograrlo, y con la FE firme de que lo logrará. La respuesta a la oración no es según la fe que demuestra mientras habla, sino según su fe mientras usted está trabajando. Usted no puede impresionar en la mente de Dios si sólo le dedica un sábado para decirle lo que usted quiere, y Lo olvida durante el resto de la semana. Usted no puede impresionarlo si sólo tiene horas especiales para entrar en una cabina a orar y luego borra de su mente lo que usted quiere hasta que sea de nuevo la hora de la oración. 

 El rezo oral es bueno, y tiene sus efectos, especialmente sobre usted, en la clarificación de su visión y en el refuerzo de su fe; pero no es con sus peticiones orales que usted conseguirá lo que quiere. Para enriquecerse usted no necesita una hora de dulce oración;usted tiene que orar sin cesar. Y por oración quiero decir:mantener todo el tiempo su visión, con el propósito de causar su creación en forma sólida, y con la fe de que usted lo está haciendo. "Crean y las recibirán."Todo el asunto se enfoca en recibir, una vez que usted ha formado su visión con claridad. 

Cuando usted la ha formado,está bien hacer una declaración oral, dirigiéndose al Supremo en oración reverente; y a partir de ese momento, usted debe recibir en su mente aquello que usted está pidiendo. Viva en la casa nueva; lleve la ropa fina; pasee en el automóvil; haga el viaje y planee para hacer viajes más grandes. Piense y hable de todas las cosas que usted ha pedido como si ya fueran propiedad suya, reales y presentes. 

Imagínese en un ambiente, y una condición financiera exactamente como usted las quiere, y viva todo el tiempo en aquel ambiente imaginario yen esa condición financiera. Piense, sin embargo, que usted no hace esto como un simple soñador y constructor de castillos;crea con FE que lo imaginado se realizará, y con el PROPÓSITO de realizarlo. Recuerde que es la FE y el propósito en el uso dela imaginación lo que hace la diferencia entre el científico y el soñador. Y habiendo aprendido este hecho, es aquí donde usted debe aprender el empleo apropiado de la Voluntad.  

La Ciencia de Hacerse RicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora