1

36 3 0
                                    

Me levanto, es lunes en la mañana, me dirijo hacia la ducha golpeándome con la esquina de la mesa el pie.

-Auch maldita #@$%! - dije quejándome por el golpe- Hoy no es mi día, definitivamente.

Termino de ducharme y voy directo a mi closet - como siempre solo me coloco lo más cómodo y menos elegante posible - me miro al espejo y trato de arreglar mi cabello en una coleta, tomo mi bolso y salgo de prisa a las frías calles de la ciudad.

.......

Cuando salgo me percato de que ya voy tarde y es mi primer día

Todo esto es culpa de este mundo conspirativo que me hace la vida imposible - pienso -.

- No puede ser, no puede ser, no puede ser! - corro lo que más puedo hasta que justo cuando voy llegando...

¡BAM!

De repente pude apreciar como unos lindos ojos café quedaron justo frente de mi con una leve impresión de dolor.

-Lo... Siento- dije confundida o más bien nerviosa.

Era bello, cabellera castaña, sus ojos cafés claros a través de sus gafas que le daban impresión de pequeñas vitrinas para ser admirados por quien tuviera la maravillosa oportunidad de verlos, las pecas que se encontraban en su rostro daban la impresión de que habían sido pintadas por un pintor profesional, todo iba genial hasta que....

- ¡La próxima mira por donde vas! - dijo el chico levantándose del suelo y se ajusta los lentes a su rostro con un gesto de desagrado.

Pero qué se ha creído.

-¿Qué?- me mira con desagrado - ¿No te piensas disculpar?

Salgo de mis pensamientos y veo que en su espalda trae un estuche de trompeta muy desgastado.

- Ahg lo que faltaba - digo con el mismo desagrado de él o peor- tenía que ser un músico...

- ¿Que pensabas que era? - se ríe sarcástico- ¿ Tengo pinta de médico acaso?.

-Preferiría no meterme contigo, ¡Adiós! - le doy la espalda y sigo caminando.

No todo puede ser tan hermoso como lo pintan. Algunas veces cuerpos hermosos están podridos por dentro - es mi refrán - continúo en mis pensamientos.

A paso rápido logro acercarme a la facultad, puedo divisar a Francisco mi mejor amigo.

-Hey! ¿ A dónde vas? - pregunta - no te he visto en las primeras horas de clase.

Él es puntual, atento e inteligente y llevamos bastantes años de amistad.

- ¡No sabes lo que me pasó! - digo.

Otra cosa que deben saber es que desde que acabamos la secundaria he tenido sentimientos hacia él, pero nunca se lo he dicho.

-Adivinaré- pone su mano en el mentón como gesto pensativo - Se murieron tus ganas de estudiar.

En cierta parte tenía razón, cuando empecé la carrera todo iba bien pero algo cambió ... No tenía una inspiración sincera para ofrecerme a ayudar personas con sus trastornos mentales.

- Estás muy cerca pero nah- digo colocando mi bolso en la banca de la cafetería.

Él hace lo mismo y se sienta justo en frente.

-Anda, cuéntame- entrelaza sus manos - soy todo oídos.

Amo eso de él , puedo contarle cada descabellada idea o aventura y no me juzga para nada.

- Iba tan alegre como siempre esta mañana corriendo con mi vida para llegar a tiempo- cuento con mis expresiones que siempre lo hacen reír- cuando de repente ¡BAM! Se me atraviesa una desgracia - llevo mi mano a la cara en gesto de sufrimiento - y no cualquier desgracia- vuelvo a mirarlo - era una desgracia musical!

Él ríe y yo acto seguido también.

-¿Que tonterías dices! - Dice sabiendo por donde iba la historia.

Él sabe que odio la música más que nada y que no me agrada hablar de temas relacionados.

-¿Será una señal? Tal vez ya no sentirás rabia por los músicos - ríe.

Adoro los ratos como estos, pero suena el timbre de ingreso a clase.

-Ahg maldito destino! - maldigo.

Nos despedimos y vamos hacia nuestras clases.

.....

Al salir de la universidad me llevé una amarga sorpresa... amo la última clase no puedo negar que me encanta aprender sobre la mente y todo lo que puede llegar a generarse en ella pero no le veo interés ayudar a alguien que no me va hacer caso tiempo después. Salgo casi corriendo del salón y veo a lo lejos a Francisco.

- Pacho... - mi voz se detuvo, mis ojos se abrieron al máximo, mi garganta se secó y mi corazón se hizo pedazos.

Decidí irme. No valía la pena seguir viendo esa tortuosa escena. No podía ser verdad, la persona que más amo está en una relación con otra chica. Todo parecía nublarse. Lloraba y corría de manera desorientada. No tenía control de mis emociones en ese instante.

-¡OYE DETENTE! - Escuché una voz y una mano me jaló hacia atrás- ¡TE VAS A SALIR MATANDO SI CORRES ASÍ!.

Esa voz la recuerdo, es...

-¡Sueltame!- digo molesta tirando de su mano,no quiero entrometerme con un músico nunca en mi vida además de mi padre.

Siento que me trae hacia él y me abraza.

- Ya cálmate - dice con voz suave- Todo ya pasó.

Su perfume, es agradable. Poco a poco me voy calmando. - ¿Esta es la misma persona que me topé esta mañana? - pienso.

-¿Ya estás mejor? - me mira a lo ojos.

Yo asiento y me suelto de su abrazo. Parezco una niña pequeña ahora que lo noto.

- Bien- me da un pedazo de chocolate- Toma,te hará bien.

Decido tomarlo ya que no estoy de ánimo para pelear en este instante.

-Gracias - digo amargamente - No pensé que de ti saliera algo bueno.

Ríe y me mira con aires de superioridad. No debí abrir mi bocota.

- Solo le hice un favor al universo - me arregla un mechón de cabello- Las personas locas como tu hacen un papel importante en este mundo.

- Estupido... - digo para mi misma, y noto que se ríe caminando hacia mi.

- ¡Que te calmes, Mujer! - dice muy cerca de mí.

Bajo la mirada y consigo que se aleje un poco.

- ¿Como te llamas?- dice peinando su cabello hacia atrás.

¿En serio estoy conversando tan amablemente con el enemigo? Doy pena.

-Andrea Ricaurte- le estrecho la mano.

Me mira dudoso y al fin me da la mano.

-Felipe Castaño - finge una sonrisa.

¿Que es este amargo y dulce sentimiento que se encajona aquí en mi cuerpo? - Definitivamente me causará problemas en el futuro- .

............

Continuará...

Me Enamore De Un MúsicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora