Maldito Cliché

💖Capitulo 4💖

POV DANNY

FLASHBACK(continuación)

Poco a poco mis ojos se iban abriendo lentamente, la luz blanca que reinaba en la habitación lastimaba mi orbes azules, a como pude me acostumbre hasta estar completamente despierto.

Todo era absolutamente blanco en la habitación, las sabanas, la almohada,mi ropa, las paredes, todo, y una sola pregunta rondaba en mi cabeza,¿que hago yo aquí?

De pronto todo lo que pasó regresó a mi, como si me hubieran dado un fuerte golpe con un bate, así dolían tanto mi cabeza como mi corazón.

San valentin.

Los regalos que Nick recibió.

La nota.

Nick dandome un brazalete como muestra de nuestra amistad.

Nick siendo besado por mí.

Y...Nick golpeándome.

Una fuerte punzada de dolor invadió mi cuerpo obligándome a levantarme de inmediato, pero al intentarlo sentí una mano sujeta a la mía, mi corazón pensó por un par de segundos que esa cálida mano junto a la mía se trataba de Nick, pero me desanimé un poco al notar que se trataba de mamá.

-H-hijo, te encuentras bien?- su tono de voz era de preocupación total, además, sus ojos estaban rojos e hinchados, clara señal que había llorado.

-Mamá, que pasó?-mi voz sonó un poco ronca.

-E-estábamos cenando con tu papá en casa, c-cuando escuchamos un golpe en frente de la casa, s-salimos a ver y te vimos tirado e inconsciente, ¿hijo, q-que pasó?- preguntó casi llorando.

Una parte de mí quería confiar en mamá y contarle todo lo que había ocurrido, pedir un consejo o llorar entre sus brazos, me emocionaba pensar que mamá me comprendería, que me apoyaría sin importar qué, pero sé que papá jamas lo haría, así que no puedo decirle, por mas que mi mente y corazón digan que debo contarle todo lo que me ha ocurrido, no puedo decir nada, y... ¿a quién engaño?, tampoco quiero que algo malo le ocurra a Nick, si llego a hablar con mamá, el podría ir a la cárcel, por que por como siento todo mi cuerpo en estos instantes debo decir que me ha dado unos buenos golpes.

-B-bueno...y-yo venia de el instituto y...  me asaltaron mamá, no quería darles nada de lo que me pedían y m-me golpearon- respondí nervioso, yo jamás he sido bueno diciendo mentiras.

-Hijo,¿estás seguro que eso fue lo que pasó?- era obvio que no me había creído.

-Si mamá, eso pasó.-dije un poco exasperado, no quería saber más nada de lo que había pasado.

-Bueno, está bien, veo que no quieres hablar más acerca de lo ocurrido, pero, soy tu madre y si quieres decirme algo, puedes hacerlo, yo te comprenderé hijo.

-Lo sé mamá, y te agradezco mucho por eso pero no quiero hablar más acerca de este tema, si no te molesta quisiera dormir un poco más.

Medité un rato en lo que había sucedido, no puedo creer que por una idea tonta mía, ahora la persona que me gusta, me ve como si fuera una abominación humana, duele tanto saber que la persona que quieres no tiene los mismo sentimientos hacia ti.

Me puse de lado en la camilla, mi vista en dirección a la ventana que está cerca, la ciudad se ve hermosa desde aquí, el atardecer se pinta de colores anaranjados,amarillos y rojos, todo fucionado y en unión crea algo hermoso, pero mi vista se desvía de la ventana a la mesita que esta junto a mamá.

Sobre la mesa hay un ramo de margaritas amarillas, me encantan las margaritas.

Con cuidado me levanto de la cama, mi cuerpo todavía dolía mucho, pero mi curiosidad me hizo superarlo, al acercarme tome el hermoso ramo de margaritas entre mis manos, entre las flores había una carta que llamó mi atención.