🌹 𝐜𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟑𝟓: 𝐰𝐞 𝐛𝐞𝐥𝐨𝐧𝐠

2.6K 196 294
                                    

᭓⭒҉ ─━━━━━━━⊱🌹⃐ᤢ۪͙࣪࣪♡̶⊰━━━━━━━─᭓⭒҉

El susurro que Betty había soltado, erizó la piel de Jughead al instante pero él estaba seguro de lo que iba a hacer y a decir.

— No. —soltó Jughead, tratando de buscar las palabras correctas sin herirla. 

— ¿Dijiste que no? —Betty preguntó sorprendida, alejándose de su cuello.

— Duérmete, Betty. —Jughead se limitó a decir, quitando sus piernas de su cadera.

— Ya no me quieres. —Betty sollozó.

— Betty, claro que te quiero y mucho, pero no voy a tocarte. —Jughead negó. — No quiero lastimarte.

— Nunca me hiciste ni me harás daño. —dijo Betty. — El verdadero daño será si te vas y me dejas, todo este tiempo separados me lastimaste.

— Soy malo para ti, no voy a lastimarte, ya no quiero que llores más por mi culpa. —dijo Jughead tratando de hacerla entrar en razón.

— ¿Recuerdas la primera vez que nos sentimos? —Betty preguntó con una triste sonrisa. — Los nervios nos consumían por completo, pero aún así nos amamos dulcemente. No olvides esos pequeños e importantes momentos, Juggie.

— Nunca los olvidaré, lo juro. —Jughead dijo para después incorporarse de la cama.

— Jug, no te vayas. —pidió Betty abrazándolo con fuerza.

— Es lo mejor, me tengo que ir. —dijo Jughead tratando de quitarla de su cuerpo.

— Me prometiste, me juraste que siempre te quedarías conmigo. —Betty lloró sin querer soltarlo.

Jughead suspiró y volvió a meterse dentro de las cobijas aún con Betty abrazándolo, luego le dio un suave beso en la mejilla. Estuvieron así abrazados por unos segundos antes de que Betty empezará a meter su mano bajo su playera y tocar su pecho provocadora.

— Betty, ¿qué estás haciendo? —Jughead preguntó ya sabiendo la respuesta.

— Nada que no quieras. —contestó Betty, pasando su mano por su pecho, su abdomen y llegando a tocar un poco más abajo.

— No, no me hagas esto. —Jughead negó parando su mano.

— Tú lo quieres, yo lo quiero, hagamos que suceda. —dijo la rubia empezando a sacar su playera.

— ¿No recuerdas cómo te lastimé cuando me traicionaste? —Jughead preguntó, tomándola de las muñecas para evitar que lo tocará porque sabía que si las yemas de sus dedos entraban en contacto con su piel, él estaría perdiendo el control en un santiamén.

— Sí, lo recuerdo. —Betty dijo, su mente empezaba a formular el tétrico recuerdo de todo lo que le había hecho.

— Fui tan... Ni siquiera tengo palabras para expresar lo mal que me comporté contigo. —dijo Jughead con arrepentimiento. — Joder! Betty, te hice algo que no querías, te traté como un juguete y te hice llorar. Nunca me perdones por eso, hablo en serio.

— Y yo también te traicioné, ¿lo recuerdas, no? —Betty se quejó.

— Te disparé. —contraatacó él.

— Pero pudiste haberme dejado morir desangrada y no lo hiciste. —Betty tomó su rostro entre sus dedos.

— Aún así soy malo para ti, no te merezco y...

— ¡Basta! ¡Basta! —Betty gritó fastidiada. — ¡ESTOY HARTA DE QUE SIEMPRE DIGAS LO MISMO! ¡ENTIENDE QUE NO ERES MALO PARA MÍ, NO LO ERES!

Betty se soltó de su agarre y tocó la piel de su abdomen con suavidad, sintiendo como el deseo de tomar más de él la dominaba por completo.

𝗛𝗘𝗔𝗩𝗘𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora