El beso.

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- ¿Qué quieres Andrew? - Le dije dándome la vuelta.

- ¿Cómo sabías qué estaba aquí?

- Me di cuenta desde que salí de la universidad, vamos ¿Qué quieres? llevo prisa.

- Quiero saber que te está pasando, hoy te fuiste y parecías enfadada ¿Qué ocurre?

- Nada ¿Por qué te importa cómo estoy? hablamos solo una o dos veces, no somos amigos, solo compañeros, no sé porque me hablas y te me haces el amigo. - Le dije muy fría.

- Me acuerdo perfectamente cuando me dijiste que seriamos amigos, pero si no lo deseas no te voy a obligar. - Me dijo medio triste.

Ambos volteamos y nos fuimos.

Narra Andrew

Cuando la empezé a perseguir creo que ya había notado mi presencia...

me preguntó que quería y que no sabe porque pretendo ser su amigo, estaba muy rara desde que la vi con Scarlett ¿Qué le habrá dicho de mi?

Me fui a casa triste, sin ganas de hacer nada, ya tenía bastantes problemas en casa, mi padre que aparece de vez en cuándo, mi madre internada en la clínica con su maldita enfermedad, llegar a casa y tener que ocuparme de mi hermana de tan solo siete años, tener que explicarle que nuestro padre es un alcohólico y que solo viene a casa para pedirnos dinero, explicarle que a nuestra madre le queda poco tiempo de vida, poder explicarle todo eso y no poder.

En la universidad puedo ser el chico más popular, pero en realidad no soy como me muestro, se que no tengo amigos verdaderos, y ahora que empezé a conocer a Emma me rechaza así como si no le fuera a importar, estoy cansado de esto pero solo sigo por mi hermana, ella no se merece esto.

A la noche me desperté casi llorando, había tenido una pesadilla de mi madre, me levanté y fui a la habitación de mi hermana, noté que estaba dormida, no podía volver a dormirme así que decidí salir a caminar.

Salí y escuché que alguien lloraba, era Emma, cruzé la calle y me pare en frente de ella.

- Hola... - Le dije en voz baja.

- Vete a la mierda. - Me dijo con la voz quebrada.

Me di media vuelta y seguí caminando.

- Andrew. - Me dijo levantándose de los escalones del pórtico de su casa.

- ¿Si? - Le dije confundido, vino caminando despacio y me abrazo, ocultando sus lágrimas en mi pecho, la abrazé muy fuerte como si no hubiera mañana.

- Necesito perdirte un favor. - Me dijo alejándose.

- Lo que quieras, dime.

- ¿Puedo quedarme a dormir solo esta noche en tu casa? Me peleé con mi madre y no quiero volver ahí. - Me dijo secándose las lágrimas de su rostro.

- Si, claro ¿Quieres contarme qué paso? - Le dije mientras cruzábamos la calle para entrar a mi casa.

- No quiero hablar de eso.

Entramos a mi casa y cerré despacio la puerta para que mi hermana no se despertara, subimos a mi habitación y le preparé la cama para que duerma, le di una remera mía, era un poco grande, pero le serviría para dormir cómoda.

- Me voy a dormir al sofá, si necesitas algo solo llámame.

- Quédate. - Me dijo, seguía estando un poco triste.

Caminé hasta la cama y me senté a su lado, ella apoyó su cabeza en mi pecho y me abrazó.

- ¿Recuerdas qué te dije qué papá trabaja en el ejército? hoy partió a una guerra y tengo mucho miedo, llegué a casa y mamá estaba con un hombre... no sé cómo puede hacer eso, mi padre se fué y en cualquier momento ya no podrá volver jamás y a ella no le importa. - Me dijo con lágrimas en los ojos.

- Se lo que sientes, mi madre está internada en la clínica, tiene cáncer, mi padre es alcohólico y no le importamos, ni yo ni mi hermana, mamá en cualquier momento ya no estará y tengo miedo de que me quiten a mi hermana, es lo único que me queda. - Le dije con mucha angustia.

Al notar que ella me contó su problema y yo a ella, empezé a sentir que confiaba en ella más que a nadie...

- Lo siento tanto. - Me dijo mirándome a los ojos.

- No te preocupes... Emma, yo nunca te haría sufrir y... - Le dije hasta que me interrumpió.

- Andrew, lo que pasó hoy me dolió mucho, verte con la chica de plástico

y que luego ella me amenazara. - Me dijo sentándose frente a mi.

- ¿Chica de plástico? ay Emma, te juro que no pasa nada entre nosotros, no sabía que te había amenazado, no le hagas caso, ella y yo no tenemos nada que ver...

Ella me seguía mirando sin decir ni una sola palabra.

- ¿Me responerías algo? - Le pregunté.

- Claro.

- ¿Nosotros qué somos?

- Vecinos, compañeros, amigos... no no sé. - Me dijo con una sonrisa.

- ¿Solo amigos? - Le dije acercandome a ella, cada vez nos íbamos acercando más, sentía como mis labios rosaban con los suyos y sentía su respiración cada vez más cerca, cuando de repente se abrió la puerta de golpe interrumpiendo mi beso con Emma.

Era mi padre, se cayó al suelo totalmente ebrio.

- Esto no está pasando, no ahora. - Dije en voz baja.

- ¿Quién es? - Me dijo Emma muy asustada.

- No te preocupes, es mi padre, solo tengo que llevarlo a su cuarto. - Le dije muy avergonzado, no podía creer que apareciera en un momento así.

Cuando volví Emma ya estaba dormida, me acosté a su lado y caí en un sueño profundo.

Do not forget meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora