REVELACIÓN.

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Desde muy pequeño he sentido que algo en mi no es igual al de otras chicas. Me sentía más identificado por los chicos. Soy hijo único por lo que me las ideaba para no sentirme solo, si, jugaba a las muñecas, y cosas de niñas, pero lo que más me gustaba y llamaba la atención era jugar a los coches, peleas, jugaba muy pesado con mis primos, etc.

Al cumplir los 12 años comencé a darme cuenta que estaba cambiando mis gustos por las faldas, vestidos, color rosa, blusas llenas de colores estaban desapareciendo y mi armario se tornaba dramáticamente en prendas oscuras, básicas, poco femeninas, donde en vez de zapatillas, habían tenis, botas, zapatos de chico, las faldas y shorts fueron remplazados por pantalones ajustados, rasgados, en vez de abrigos femeninos lo ocupaban sacos y sudaderas holgadas. Aún conservo algunas prendas femeninas, pero no me las pongo, es muy rara la vez que las uso y si lo hago es cuándo estoy en casa, creo que solo las tengo por que me traen recuerdos.


Comencé a darme cuenta que las personas de mi mismo sexo comenzaban a atraerme, sentía que mi corazón latía a mil por hora. Las cosas cada vez se tornaban más raras pero cada vez me sentía mejor conmigo mismo, aunque a veces el miedo me acorralaba.

Dylan Liu.

El inicio de un chico transexual | Diario LGBT+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora