Hoy era un día nuevo, me levante, lave mi cara, cepille mis dientes y pelo. Luego me prepare para ir a trabajar. Siempre resultaba aburrido, pues no hacía mucho, pero la tenía la esperanza de arreglar las cosas con Alex.
Había pasado más de un mes desde que supe que Alex vivía en la casa de al lado. Casi nunca la veía... algunas veces en el estacionamiento, la recepción o al sacar la basura.
No quería ir a trabajar pero necesitaba el dinero y además luego no me levantaría y me quedaría viendo alguna estupida película en Netflix y Polly quería que almuerce con ella y con "el niño de mami" de hace unos meses. No la entiendo, pero me parece bien por ella que haya decidido salir con él. Suena como un buen chico... por como ella lo describe.
Ya en el trabajo me sente en mi escritorio y empece a trabajar en la computadora. Alex llego y solo se sentó en su puesto.
-Hola-Le dije. Ella nunca me saluda no sé porque sigo hac... interrumpió mis pensamientos.
-Hola Piper-Acomodo su silla y empezó a trabajar también.
¡Me saludo!¡Eso es un avance... creo... aún no voy a emocionarme.
-¿Cómo estás?-Preguntó Alex. Ahhhhhh me preguntó como estoy... puedo emocionarme, puedo emocionarme. Piper, estupida. Todavía no respondiste.
-Estoy bien, ¿Qué hay de ti?-Le pregunte calmada.
-Bien también.-Dijo y ahí termino nuestra pequeña charla.
Estuvimos calladas el resto de la mañana, a la hora del almuerzo salí a un restaurante donde estaba Polly y su "amigo" esperándome.
-Hola-Los salude. Polly se levantó y me abrazó, el chico solo me dio un beso en la mejilla y luego nos acerco las sillas a Polly y a mí.
-Bueno...-Comenzó Polly.-Él es Marco Rizzo. Ella es Piper Chapman, mi mejor amiga.
-Un gusto-dijo él y me tomo la mano.
-igualmente-Le contesté yo.
Almorzamos en los 20 minutos que yo tenía libres para mi almuerzo. Fue agradable comimos una pasta de nombre raro y charlamos de cosas divertidas. La verdad disfrute ese almuerzo. Era el primero desde que comencé a trabajar ahí. Mis demás compañeros eran unos imbéciles y Alex me ignoraba por completo.
Entendía porque lo hacía pero era simplemente aburrido y doloroso en cierto punto.
Al llegar a la oficina me sente en mi escritorio y note que Alex me miro por el rabillo del ojo pero me ignoro. El resto del día ambas trabajamos en silencio.
Y es un trabajo tan aburrido, siempre lo mismo:
•Recibir documentos.
•Atender llamadas telefónicas.
•Atender visitas.
•Archivar documentos.
Sobre todo archivar documentos, planos, contratos, croquis, era eterno. Odiaba este trabajo, de verdad lo odiaba.
A final de turno, junte todas mis cosas en mi bolso y me dirigí a la puerta del edificio. Al querer salir me di cuenta que había una lluvia torrencial.
-¿¡Es en serio!? ¡Demonios Nick!.-Era Alex. Justo detrás de mi, a unos 3 metros. Hablando por celular. Luego de varías palabrotas más colgó su teléfono.
Se acerco a la recepcionista y le pidió por favor, si le podía conseguir un taxi. Ella siguió comiendo su chicle y le dijo que estaba ocupada. Se sentó en unos bancos cerca de la puerta donde yo estaba. A esperar que la lluvia pare... al parecer.
Me acerque a ella.
-A... Ehhh... ¿Alex?-Le dije.-¿Tienes problemas con tu auto?-Me miró fijo al menos durante todo un minuto.
-Si. -Fue todo lo que dijo.
-Si tu quieres puedo... ¿llevarte a casa?-Lo último fue una gran pregunta.
-No lo sé. No quiero mole...-Comenzó.
-Vivimos en el mismo maldito edificio. No molestas. Por favor. Es mi forma de disculparme.-Le dije. Ella otra vez se tomo todo un minuto para mirarme.
-Okey.-Dijo suavemente.
Bajamos al estacionamiento del edificio y subimos a mi auto. Prendí la calefacción y arrancamos.
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El silencio gobernaba el auto. Yo ponía mucho empeño en no hablar con ella, y ella se notaba realmente incomoda. Pero lo intento igualmente, solo que empezó muy mal.
-Ya sé que lo dije un millon de veces. Pero de verdad lo siento.
-Okey-¿Okey?¿Qué diablos? Me comporto como ella en secundaria... bueno, como ella esa noche.
-Okey-Dijo ella en un susurro. Se escuchaba triste.
-Deberías dejar de disculparte. Así podremos dejarlo pasar...-Me obligue a decirle. Eso pareció animarla en un 3%.
-¿En serio?-Okey, feliz un 78%.
-Seguro.-Fue todo lo que salió.
-Aunque yo creo que deberíamos charlarlo. Que me digas todo lo que piensas... es lo justo.-se encogió de hombros y doblo en alguna calle.
-¿Tu crees?-Sonreí disimuladamente-Yo creo que nos terminaríamos odiando más.
-Yo no te odio-Me miro durante apenas segundos y yo pensé que yo tampoco la odio, pero no estoy cerca de amarla tampoco.
-Okey.-Me quede callada otra vez. No tenía mucho que decir.
-¿Qué te parece si cenamos y lo discutimos?-Su mirada rogaba. Así me debía ver yo en secundaria. Que pena.
-Seguro. Pero no puedo hoy. Es cumpleaños de Red y jamás falto.
-Lo entiendo. ¿Qué tal mañana?-Me miro y entró al estacionamiento del edificio, luego apago el auto.
-...-Me quede pensando, era muy fácil. Pensé que la siguiente vez que la viera querría golpearla, pero simplemente no sentía nada. Ni odio, ni amor.
-¿Alex?-Me miro algo preocupada.
-ehhh... si ¿Mañana? Si, creo que puedo. Me parece bien-Me la quede viendo, que vergüenza. Baje del auto y aun la puerta abierta le dije un adiós. Luego subí a mi departamento.
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Al llegar al departamento vi a una Nicky entre unos 50 diseños distintos de papel de regalo. Y cinta. Mucha cinta.
Volteo a verme con una cara de pánico que solo vi dos veces:
Cuando accidentalmente golpeo a la directora de la escuela en la cara y la vez que Red le pidió que le presente a su pareja y ella (como todavía) andaba de "flor en flor".
-¿Qué paso Nick?¿Por esto no podías buscarme?-Rei.
-¡Ayudame!-Se levanto y me tomo del brazo para acercarme al regalo de Red.-¡Envuelvelo!-Lo señalo.
Yo solo tome el regalo y lo envolví rápidamente. Quiero decir... era una caja. Cuadrada.
-¿Eso es todo? Fue fácil. Desperdicie todo un día en eso.-Dijo y se fue a limpiar la casa.
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Al llegar Red la recibimos en la puerta con un pastel con muchas velas encendidas. Ella las sopló y expreso su amor hacía nosotras. Luego de que abriera los regalos: un libro de recetas, una taza de "la mejor mamá del mundo" y algunas prendas de ropa, comimos pastel y nos reímos de viejas anécdotas. Siempre hacíamos lo mismo: pues Red al igual que yo no tenía a su familia biológica, y nos había "adoptado" a Nicky y a mi.
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¡¡¡Felices fiestas!!! No quería dejarlas sin capítulo en navidad! Gracias por leer.
