Seis años después
Era mi primer día de trabajo, era en una oficina. Una empresa de arquitectura, iba a empezar como secretaria de uno de los arquitectos más recientes. Tenía bastante privilegio al parecer. Yo no entendía mucho.
Me había levantado cerca de las cinco de la mañana, entraba a las siete. Desayune, me duche, probé diferentes camisas y faldas para mi primer día, pero el tiempo no pasaba.
Cuando al fin se hizo el horario había subido al auto, me encanta ser puntual. No puedo llegar tarde, no va conmigo. Llegue a la puerta 6:55 am, fui hasta la puerta y al entrar vi a la secretaria. Me acerque y le dije:
-Buenos días, soy Piper... Piper Chapman. Empiezo hoy.-Le dije con una sonrisa, algo incomoda.
-Buenos días, nos informaron de usted. Llega tarde. Es su primer día y hay que explicarle como funciona todo aquí.-Me dijo sin expresión.
-Pero me dijeron... que... me dijeron que empezaba a las siete, son menos cinco. Faltan cinco minutos.-Le digo.
-Si, a las siete empezaba a trabajar. Lo lamento pero nadie puede enseñarle el lugar. La llevare a su puesto-Salió de atrás del escritorio.
-Pero...-Vi que no tenía caso y la segui. ¿Había llegado tarde? Nadie me aviso que había que llegar antes.
Subimos al ascensor, ella apretó el botón que decía "5" y luego bajo del ascensor, dejandome sola.
-¿Dónde es mi puesto?- Le pregunte antes de que las puertas se cerraran.
-Es en el único escritorio que hay.-Dijo y se fue, al parecer no le caía bien.
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Cuando llegue al piso vi dos escritorios, exactamente iguales, con dos puertas exactamente iguales, que llevaban a dos pasillos exactamente iguales. Definitivamente yo no le caía bien.
-¿Cuál es el mio?-Dije mirándolos-Veamos-me acerque a uno-Tenía carpetas ordenadas por orden alfabético de sus clientes, fui al otro y era exactamente igual.-¿Qué mierdas?-Dije mirando el escritorio fijamente.
-¿Disculpe?-Dijo una voz. Voltee y vi a un hombre no tan joven y no tan viejo.
-Yo... lo siento disculpe. Es que...-Que día de mierda. Lo mire.-Soy nueva no se cuál es el mio.-Dije esperando que me ayude.
-Usted debe ser la señorita Chapman, verdad?-Me miro.
-Si.-No sabía que más decir.
-Llega tarde-Me miro- Y es su primer día.
-Lo siento, no me avisaron que debía venir antes.
-Espero y no se vuelva a repetir.
-No volverá a ocurrir.-Le dije.
-El suyo es el de la izquierda. Y esa es mi oficina.-Dijo señalandolas-Soy Christian Price. Su jefe.-Se encaminó a su oficina- no llegue tarde.
-Okey-comenzo a entrar en su oficina-¿Qué quiere que haga?
-ordene esos papeles y atienda llamadas, nada más por ahora.-se fue detrás de su puerta.
-Okeeeey-Suspire y me sente tras el escritorio.
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El resto del día fue muy aburrido, ordene más papeles y recibi muchas llamadas, busque comida y saque fotocopias. Luego fui a casa de Polly:
-Piper- Dijo mientras traía tazas con café-entonces... ¿Tu jefe está bueno?
-¡Polly!-Me sorprendi.
-¿Lo está?-Sonrió.
-Si- reimos.-No está mal.
-Tal vez vaya a visitarte al trabajo...-Me miro para luego guiñarme un ojo.
-¿Qué pasó con el chico de tu trabajo?-Le pregunte.
-Es un niño de mami-Me respondió. Parecía disgustada.-Quiere que su madre me apruebe antes de salir. Ridiculo.
-¿No saldrás con él solo por eso?
-No, mira si es una vieja bruja maldita que me odiara apenas pise su casa. Si eso va a pasar al menos quiero ya haber descubierto los secretos de su hijito-Dijo y yo reí, Polly siempre era tan ocurrente.
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Había llegado al trabajo hacía unos veinte minutos y creía haber visto a alguien familiar entrar en el edificio su pelo era negro, muy negro, sus piernas eran largas, ella era muy alta, tenía un cuerpazo, sus facciones eran muy conocidas, excepto sus ojos esos no pude verlos, puesto que llevaba unos lentes negros. Tal vez yo la conociera o tal vez no, pero podría jurar que me evadió, al verme se fue hacía el otro lado.
-Señorita Chapman, creo que le pedí que me trajera unos planos hace como media hora.-Era mi jefe.
-Si, ehh aquí están.-Se los mostré-Tome-Estire mi brazo. Él los tomo y yo subí al ascensor luego de preguntarle si necesitaba algo más.
Al llegar vi a esa mujer detrás del otro escritorio que estuvo vacío durante todo el día anterior. Estaba de espaldas.
-Hola-La saludé- Soy Piper Chapman, trabajo ahí-señale mi escritorio, ella seguía de espaldas.-No conversas mucho ver...-No termine de hablar que ella, aún sin girarse hacía mi, se fue por el pasillo de la derecho.-Estás ocupada okey, lo entiendo-Subi mis pulgares y volví a mi puesto de trabajo. La chica no volvió en el resto del día a su lugar. Tal vez no era su puesto...
