Capítulo 2

20 3 0
                                    


Pov Kenny

Cuando dejó a los chicos frente a la casa yo me fui con él. Miré hacia la ventana, en el espejo lateral podía ver a Kyle parado, noté que seguía con la vista el auto, seguramente preocupado por mí. Yo no tenía miedo sino fascinación, sentía una fuerte atracción por el tipo.

Avanzó cientos de metros y dobló hacia la banquina y volteó a verme luego de encender la radio,una mirada profunda que me encendía.

–Me gusta hablar un poco antes de la acción...espero no te moleste. ¿Qué edad tienes?

–Los suficientes para hacer casi todo lo que me plazca.

–Me imagino que sí. ¿Alguna vez saliste del pueblo como hoy?

–¿A la ruta? Más seguido de lo que me gustaría. Si tuviera trabajo no andaría por acá en las noches–digo algo desubicado–.

– ¿Te gustaría conocer el mundo, Kenny? ¿Conocer cada rincón del planeta?

No respondí pero sólo Dios sabía cuánto deseaba eso.

– ¿Te gustaría?

–Eso se puede hacer con plata y eso es lo que menos tengo. Soy pobre, amigo.

–Te lo puedo conceder.

– ¿Y cuál es el precio? Sólo te puedo ofrecer, no lo sé, ¿sexo oral? ¿Sexo? ¡Está bien, puedo donarte un riñón si es lo que necesito para ser un mochilero!

Respondía todo sin ganas, burlándome de él. Me reía pero el tipo no, él estaba serio. Mierda, yo quería la droga y nada más. No quería que me saliera con su filosofía de drogadicto.

–Hagamos esto rápido ¿te lo hago yo o me lo haces a mí?

Saqué el preservativo que me habían dado los chicos para darle entender al tipo a lo que me refería.

–Entonces empecemos –dijo desabrochándose el cinturón de seguridad–.

–Sí.

Con impaciencia desabroché el mío y me saqué rápido el abrigo. Al menos la música ayudó a que la situación no fuera tan tensa. Es más, me acordé de la letra y la canté, por decirlo de alguna forma, en mi mente. 

"And I thought I was yours forever
Maybe I was mistaken but I just cannot manage to make it through the day
Without thinking of you lately"

De un momento a otro tenía al chico encima de mí y desde ese ángulo pude verle mejor la cara, era hermoso y me gustó. Tenía la piel perfecta y unos ojos de un color único aunque no era así. Era un hombre cualquiera con unos rasgos comunes excepto esa palidez.

Los labios eran suaves pero muy fríos. Los dedos que delinearon mi cara y bajaron despacio hasta meterse debajo de la camiseta también estaban helados. Reclinó el asiento dando rienda suelta a más besos y caricias.

Cuando le toque la entrepierna no obtuve la reacción esperada.

– ¿No te gusta?

–Me encanta, pero no es precisamente lo que quiero, mi ángel.

– ¿Qué es lo que quieres? –Pregunté de forma atrevida–

Me incliné un poco para volver a besarlo y él me correspondió. Lentamente su boca dejo un camino de besos hasta llegar a mi cuello, entonces sentí dolor y mucho placer. La música dejó de sonar, todo se detuvo por un instante, no escuchaba nada excepto el latido de mi corazón.

Noches de carmínWhere stories live. Discover now