CAPÍTULO 3

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"¿Y? ¿Cómo te fue?" pregunto mi madre ni bien entre a la casa.

"Hola, buenas noches, mamá. Es un lindo clima ¿No crees?" traté de bromear con mi madre.

"Si, si, hermoso día. Ahora, ¿Cómo te fue?" me ignoro.

"Yo considero que bien" conteste sincera. Hoy es miércoles y fue mi último examen de instituto. Estuve desde temprano en la escuela, y hasta apenas ahora, que son las 7 de la noche me dejaron libre.

Mi madre me felicito y dejo que subiera a mi habitación a descansar.

Decidí salir a correr por el bosque, necesitaba despejar mi mente. Aún sigo estresada por el examen y necesito enfriarlo.

Llevaba mis audífonos puestos, estaba escuchando hot girl bummer de Blackbear. Me fascina esta canción. Mando a la mierda a todo mundo. Está claro, esta canción se la dedico a Bruno.

Ni crea que voy a caer en sus garrar. Bruno me perdió y ya no hay vuelta atrás.

Duele, o mejor dicho dolió. Porque él fue mi mate, y su rechazo me destruyo. Rompió todo el vínculo que teníamos, y eso causo la gran fiebre.

Continúe corriendo por más de una hora, ya llevaba diez kilómetros. Y detecte que estaba cerca de la casa de Caín. Para cuando me gire a regresar a mi casa, me lo tope de frente.

"¡Hey!" me grito saludándome. Trate de ignorarlo, era muy difícil porque estaba frente a mí, pero trate de no prestarle atención. "Conmigo no funciona, sé que tienen un oído muy agudo. Así que no seas grosera conmigo"

Resignada, corrí en su dirección y detuve mi trote al estar cerca de él. Ahí estaba frente a mí, con unas bermudas verdes y una enorme sudadera blanca.

Me miraba sonriente.

"Wow, mira cómo estás" me miro asombrado "Estás empapada en sudor"

"Si bueno, llevo corriendo" mire mi reloj para calcular cuántos kilómetros he corrido "14 kilómetros"

Comente como si nada. Realmente llevo muy poco, corremos alrededor de 50 kilómetros, pero como estaba comenzando a hacer calor, por eso comencé a sudar rápido.

"Increíble, no dejo de asombrarme de los lobos"

"Esto no es nada. De hecho, cuando llegue a casa continuaré haciendo ejercicio"

"¿No es mucho?" pregunto preocupado.

"Por lo que veo, tu cuerpo está bien tonificado. No hace falta que hagas más de lo adecuado"

"Está bien" trate de sonar tranquila a su preocupación "Al ser la Beta de la manada, tengo que mantenerme en forma. Siempre ser la segunda más fuerte"

Él asintió intranquilo.

"Bien Caín, es hora de continuar corriendo. Estos últimos días de clases tengo que disfrutarlos, porque a partir del lunes seré oficialmente Beta de la manda Zafiro." Sonreí feliz.

Él asintió y se rascó la nuca nerviosa.

"Oye" me interrumpió.

Me gire, ya estaba comenzando a ponerme los audífonos, pero espere a que continuara hablando.

"¿Tienes pareja para el viernes?" me pregunto nervioso.

El viernes por la noche la universidad estará realizando una fiesta de despedida. Ya había contemplado no ir, porque no tenía ningún amigo en la escuela. Así que me sentiría incómoda ir yo sola.

Negué con la cabeza.

"¿Quieres ir conmigo?" estaba sonrojado.

"¿Quieres ir con la rechazada?" pregunté tratando de bromear para que no me sonrojara.

"Quiero ir con la Beta de la manada" sonrió.

Me reí.

"Eres un interesado" bromeé "te daré mi número de celular para quedar bien, ¿vale?" él asintió aturdido y saco su celular. Le dicté mi número y me despedí, continuando corriendo.

Media hora después llegue a mi casa, estaba nerviosa, así que continúe haciendo ejercicio en nuestro gimnasio. Al terminar tome una ducha y tome un licuado.

Ya acostada en la cama, tome mi celular y cheque los mensajes, no tenía ninguno.

Recordé que tenía que comprar los boletos para poder acceder a la fiesta, así que le envié mensaje a mi compañera de clase que vendía los boletos. Ella aceptó y me anoto en la lista y mañana en clase me entregará el boleto.

Al siguiente día me encontraba sentada en una esquina en el salón de clases. Estaba leyendo un libro que me presto mi hermano.

Cuando de repente noto que todos están en silencio y me percato que alguien está de pie a lado mío.

Era bruno con su cara de mierda y ojos suplicantes.

"¿Podemos hablar?" pregunto un poco nervioso. A regaña dientes asentí. Guarde el libro en mi mochila y salí del salón junto a él.

Lo seguí hasta la parte trasera del instituto, en donde se encontraba un hermoso lago.

"Lo lamento" se disculpó "Realmente lamento rechazarte"

Cerré los ojos cansada y sin interés.

"Está bien, al principio si fue incómodo. Pero ahora la fama se siente increíble gracias a ti"

Le dedique una sonrisa. Ya no tenía resentimientos contra él. No hay que guardar odio en el corazón, a la larga hace mal.

"También, quiero anular el rechazo" hablo con anhelo

"No" conteste sin titubear. "Puede que para ustedes los machos sea menos intenso el dolor, pero para nosotras las hembras es mortal. Estuve a punto de morir por tu culpa y tú no te pusiste a pensar en las consecuencias" me miro apenado y agacho la mirada.

"Si no fuera por el Alfa, yo estaría muerta ahora mismo" continúe "Además, entre nosotros ya no hay ningún lazo. Tú ya no eres mi mate"

"Pero esto lo podemos arreglar con el Emperador, él nos puede ayudar" trato de convencerme.

"¿Tú crees que el Emperador va a viajar de quien sabe dónde para unir a dos insignificantes lobos?" comente con sarcasmo.

"Teresa, es en serio. Quiero hacer una vida contigo" tomo mi mano, pero yo la rechacé al instante.

"Lo pudimos haber sido. Pero no sé con qué carajos piensas que decidiste rechazarme." Él estaba tan triste que pude vislumbrar que sus ojos se veían llorosos.

"No me rendiré" trato de sonar firme.

"Ríndete, no me hagas hacer que te rindas y pases vergüenza" ordene ya más molesta y con voz de mando. Encogiéndose al instante "Ya no somos mates. Te recomiendo que busques a alguien más porque yo ya no estoy disponible" termine por alejarme de él y regresando al salón.

Si piensa que volveré a cometer los mismoserrores está muy mal. Yo ya no siento ninguna conexión con Bruno.

ME LLAMAN LA RECHAZADA. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora