CAPÍTULO 4

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El viernes llego muy rápido, y ya me encontraba saliendo de clases. Caín no me envió algún mensaje de confirmación, lo cual se me hizo raro.

Lo veo en la entrada del instituto, fumando como siempre. Me acerqué a él sonriendo.

"En donde nos vemos y a qué hora?" pregunte directamente. Se veía molesto.

"Sobre eso, me dijeron que iba a ir con Bruno. Así que tuve que buscarte un remplazo E iré con mariana" hablo sin emoción.

"¿Quién te dijo que iba a ir con bruno?" pregunte ahora yo molesta "¿Por qué no te acercaste a mí a preguntarme?"

"Todos comentan que regresaron" me contesto irritado "Hay lobos que los vieron charlando en la parte de atrás y que se tomaron de la mano"

Lo mire muy molesta e indignada. Algunas pocas personas escucharon nuestra pelea.

"Bien, solo para informarte que él me pidió que regresáramos y yo me negué. Además, no me invito al baile" le di un leve empujón espabilándolo "No puedo creer que seas la clase de persona que creen en los chismes"

Sin esperar su respuesta me aleje de él. Trato de detenerme, pero al ser más fuerte me solté fácilmente de su agarre.

Me subí a mi auto molesta y me dirigí a mi casa, al llegar me cambié de ropa y salí a correr por el bosque. Corrí por más de 5 horas, sin estar en lo mínimo cansada y desechando toda la rabia que tenía acumulada.

Cuando regrese a casa eran alrededor de las 9 de la noche y la fiesta comenzaba a las 10.

Si no asistía a la fiesta con mis compañeros iba a ir a un club. Decidí enviarle mensaje a Mario preguntándole si le apetecía salir el día de hoy. Él aceptó gustoso y le envió mensaje a los demás chicos.

Plante mi larga y rubia cabellera, me vestí con una falda negra y un top negro.

Ya lista, baje a la sala, en donde estaba mi madre leyendo un libro.

"¿Iras vestida así a la fiesta con tus compañeros?" pregunto mi mamá algo preocupada. Claro, como no llevo puesto un vestido largo por eso pregunta.

"No madre, iré al club. El chico con el que iba a ir me cancelo" trate de que no me afectara su rechazo. Patética.

"¿Con quién iras?"

"Con los chicos, ellos vendrán por mí." Asintió mi mamá.

Se relajó cuando supo con quién iría. Ellos son mis mejores amigos en la escuela militar, así que mi mamá ya los conoce y les tiene más confianza.

"Está bien, diviértete"

Asentí y me senté junto a ella a esperar a que pasaran por mí. Cuando en eso tocan el timbre, y por el olor ya sé quién es.

Abrí la puerta irritada.

"Hola Teresa" me saludo Caín.

"Hola Caín, ¿En qué te puedo ayudar?" traté de sonar amable.

"Vine por ti para ir a la fiesta" venía bien trajeado y lindo a mi parecer.

"¿No ibas a ir con la tal Mariana?" enfaticé el nombre de la chica.

"Iba, pero ya no"

"¿La dejaste plantada?" Pregunte un poco preocupada.

"Se podría decir"

"Eso no se hace Caín. Primero yo, ahora la pobre chica" lo regañe molesta "Pensé que eras un buen tipo"

"Y lo soy. Quise remediar mi error, así que mandé a un amigo para que asistiera con ella"

Negué con la cabeza en desaprobación. En eso observo que se acerca una camioneta.

"Mira como es el karma" susurre, señale la camioneta y él la miro intrigado. "Ya tengo planes, si gustas llamo a una amiga para que no asistas solo a la fiesta".

Trate de sonar lo más amable posible, pero me encanta la venganza.

"Yo pensé que"

"Pensaste mal Caín" lo interrumpí "No eres el único amigo que tengo. Nos vemos luego"

Me despedí de mi madre y ella se levantó para ver que me fuera con los chicos. Comencé a caminar hacia la camioneta y me subí. Observe por la ventana y ahí estaba él, parado junto a mi madre, intrigado y triste.

Mierda, me hace sentir mal.

"¿Quién es él?" pregunto Alan. Él estaba sentado alado mío en la parte trasera.

"Un amigo" me limité a contestar.

"Por su cara veo que él no te ve así" comento julio que estaba de copiloto.

"Ya vámonos" arranco el auto Mario. "Él la cago, así que se atiende a las consecuencias".

Mis amigos se rieron de mi maldad.

"Eres muy cruel" me dijo Mario

"Él me dejo plantada" traté de defenderme.

"¿Acaso somos el plato de segunda mesa?" pregunto Alan.

"Dale una segunda oportunidad. Míralo, es un humano. Está chiquito, no sabe lo que hace" hablo julio ignorando a Alan.

"¿Por qué carajo lo defienden?" pregunté irritada.

"Simio no mata simio" me contestaron los tres al unísono y tocándose el pecho en forma de lealtad.

"Idiotas" susurré.

Toda la noche nos la pasamos bebiendo y bailando, ellos andaban como siempre, ligando con chicas, lo normal.

Al regresar a casa, como Alan y Julio estaban muy tomados, decidimos dejarlos en sus perspectivas casas y Mario me dejo al final.

Me ayudo a subir las escaleras y de lo cansado que estaba se quedó dormido alado mío.

A la mañana siguiente, desperté con un fuerte dolor de cabeza. Como pude me levanté y fui a tomar una ducha. Cuando salgo del baño me encuentro a Mario con una toalla alrededor de su cintura. Él acababa de salir del baño principal.

Me ignoro al igual que yo, y cada quien hizo su rutina mañanera. Él se cambió frente a mí, al igual que yo.

Ya vestidos, bajamos a encontrarnos con mi madre, pero ella dejó una nota en la mesa del comedor.

Salimos a desayunar como la familia que somos. No nos hacemos cargo de borrachos y perezosos. Así que preparen su comida, par de borrachos. Con cariño tu madre.

"¿Quieres huevos revueltos?" le pregunté amablemente. Él asintió y se sentó en la barra a esperar el desayuno.

Cuando terminé, puse todo el desayuno en el comedor. En eso tocaron el timbre.

"¿Podrías ver quién es?" le pedí, Mario asintió y se dirigió a la puerta de la entrada.

"Hola" saludo Mario.

"¿Quién mierda eres?" pregunto molesto.

ME LLAMAN LA RECHAZADA. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora