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Algunos buscan la felicidad en la mentira. Unos en la prostitución. Otros en los estupefacientes. Cualquiera en el alcohol y muchos en el humo del cigarro. Yo era de esos, mi felicidad se basaba en ver como se iba esparciendo el humo de un cigarro a medio terminar, se basaba en ver pasar botella tras botella mientras tenia a cualquiera en la cama. Nunca dije que mi vida fue dura, nunca dije lo que sufrí y cuanto me arrepentí. Nunca quise parecer una presa, presa de las lastimas y las penas de cualquiera que me vea, yo siempre me consideré independiente. Hablo en pasado porque ahora, mi felicidad está en las manos de alguien, mis sentimientos están en su corazón y mi vida depende de la suya. Pensé que nunca pasaría, que mi corazón nunca le superaría. Esa persona que me hizo tanto daño era yo, un dolor indescriptible sin razón de ser. Pero ahora, ahora no. No quiero decir que encontré el cielo pero si a uno de los ángeles que habita en él. Mis palabras ya no son en vano, todo lo que escribo y todo lo que pienso tiene receptor y un claro destinatario. Los demonios no se enamoran, y mucho menos de ángeles, pero los demonios se derriten si en su angel encuentran el fuego de su hogar.🔥
