Guerreros (creek)

Capítulo 17

Al día siguiente, todos decidieron permanecer en la cueva.

¿No deberíamos de seguir caminando, muchacho? -le pregunta el anciano a su nieto.

Tweek sólo cierra sus ojos y niega con la cabeza- creo que lo mejor es quedarnos aquí por un tiempo... es más seguro.

Y puede que esos ladrones ya estén en camino por estos lados... -menciona craig.

Es mejor dejar que se nos adelanten.

Ya veo... -el anciano baja su mirada.

Así que tu plan es quedarnos a vivir aquí...

¿Se te ocurre algo mejor? -le frunce el ceño a craig.

No tweek... haremos lo que dices. Creo que es una buena decisión.

Bien... saldré por algo de comida... -les dice mientras sale de la cueva- cuiden bien a los gemelos...

Craig lo sigue de inmediato ganándose su mirada seria. 

No tienes que venir...

Necesitarás ayuda. Mientras más manos más comida conseguiremos.

Alguien debe vigilar la cueva.

Van a estar bien. Está cueva está totalmente camuflada.

...

Será rápido.

Muévete...  -habla serio al empezar a correr.

Y ahí va de nuevo... -dice craig y lo sigue rápido.

Tweek llega hasta un río que se encontraba cerca y se detiene. Justo a su lado había un árbol repleto de frutas y este lo sube de inmediato. Craig lo ve desde abajo.

Tan hábil...  -dice Craig.

¡Ve recogiendo todo lo que te arroje! -grita tweek y craig reacciona.

Ah, si.. claro... -sujeta la canasta y ve como el blando empieza a arrojarle manzanas.

Al llenar por completo la canasta, craig la deja en el piso y saca otra.

¡Tweek! ¿¡piensas llenar todas las canastas!? 

¿¡Y tu que crees, tonto!?

No era necesario el insulto pero lo dejare pasar... -dice aburrido y escucha un ruido extraño- ¿que fue... -ve alertado a su alrededor y luego ve a tweek bajar de golpe frente a el.

¿Tu también lo escuchaste?... -alertado.

Si, no somos los únicos aquí. Alguien se acerca.

¿Serán ladrones?

Puede ser.

¡Debemos volver rápido a la cueva! -le dice preocupado y corre a toda velocidad.

¡Tweek, espera! -recoge la cesta del piso y lo persigue.

... -un encapuchado sale de entre los arbustos y se queda en silencio. Viendo de reojo algunas manzanas en el piso, este se agacha a recoger una y se le queda viendo serio. Se veía recién arrancada del árbol. Además había escuchado unas voces cerca antes de llegar.

Están cerca de aquí. Lo sé.

Oye, stan... -habla un joven de gorro verde quien se acercaba a el- ¿porque tenemos que buscarlos? Son sus vidas, dejemoslos en paz.

Sabes muy bien que debemos advertirles. Necesitamos su ayuda ahora.

Pero ellos ya ni siquiera viven en el pueblo.