Dia 3

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—Jungkook..
Tomó mis manos alzándolas arriba de mi cabeza, subió su mirada a mis ojos y sentí mi mundo desvanecer. ¿Estaba loco o me faltaban huevos? Lo de loco no me lo quita y los huevos.. lo dejaremos a un lado.
Jungkook podría ser el jefe de todo un hospital pero no dejaría que me utilizara de nuevo. Esta seria una excepción ¿no?, tal vez siendo razonables y que jungkook este jodido de bueno podría ser posible que me deje llevar.
—Eres hermoso..
Me tenia a su merced, ¿qué podía hacer?
—Tu no has cambiado mucho que digamos..
Me suelto de su agarre y brinco para enrollar mis piernas en su cintura. Tal vez la única manera de salir de este infierno sea acostándome con el Jefe, que más da, ya me lo he follado antes.
Tomo su nuca y lo acerco a mi.
—Recordemos entonces —Ríe y toma mi trasero para subirme más y sentarme en su escritorio.
—Vaya que eres el mismo —Me acuesta y baja mi pantalón.
—Solo un poco.. —cierro mis ojos y siento como pasa su mano arriba de mi ya erecto pene. Suspiro y escucho su risa, da pequeños besos en mis muslos y baja mi bóxer.
—Pero que tenemos aquí —Toma mi miembro y da un pequeño beso en el.
—Jungkook.. —Gimo.
—Tranquilo bebé, apenas comienzo. Deja pequeños besos por mi abdomen y desabrocha su pantalón— ¿resistirás?
—Ni que la tuvieras tan grande —Digo sarcástico.
—Te lo haré recordar. —Desabrocha su camisa y baja su pantalón junto con su bóxer.
Toma mi cintura y me acerca a el, frota su miembro con el mío haciendo que me estremezca de placer. —Hazlo ya.. ahora.

Sonríe y mete de una su miembro.
—Mierda..
—¿Ahora recuerdas? —Dice burlón.
—C-callate..
Suspiro cuando da una envestida. Tomo su cabello y doy pequeños jalones.
—J-jungkook.. ah.. —Cierro mis ojos.

[•]

—¿Dónde esta?.. —Se acerca a pasó veloz— ¡Dime dónde está!
—Lo siento, Yoongi, pero no puedo decírtelo. —Sus venas se marcan en su piel pálida y se dirige a la oficina de su jefe.— ¡Yoongi no vayas!
Evita la advertencia de Jin para girar al pasillo y subir al elevador, la sangre le hervía de la rabia. ¿Creé que lo hará estupido? Todo esto fue una maldita farsa, y Yoongi había caído en ella. En él.
Se abrieron las puertas del elevador y dio paso a la puerta de esa oficina. Estaba a punto de tocar cuando sale un colorado chico de cabellos rubios.
—¡Jimin! —Suspira, pero sus ojos no creen lo que veía. Un agitado Jefe abrochando su camisa y arreglando sus mechones alborotados.— ¿Era verdad?..
—A-ah.. —Guarda silencio y desvía su mirada al piso de madera, ve como los ojos del chico rubio se cristalizan y se rompe en silencio.— Si.. lo fue.—Le dio una sonrisa lastimera al mayor y salió a su habitación de nuevo.
Su mirada se dirige a su odioso jefe cuando ya no ve rastros del menor. Verlo de esa manera le causaba nauseas, ¿cómo conocía a Jimin? ¿Qué mierda hicieron en esa oficina?. No quería ni imaginarlo, de tan solo verle quería golpearlo pero le costaría bastante caro, o posible asta su vida. Jungkook lo miraba de reojo y sonreía con orgullo, haciéndose el que no veía a Yoongi y se arreglaba su traje.
—¡oh, Yoongi! —sonríe y voltea— No te había visto, pasa.
—No, gracias. Solo vine a dejarle estos archivos. —Saca unos papeles de su bata y los deja en su escritorio, desalineado, y se retira.— Que tenga buen día, jefe.
   Jungkook ve los archivos y ve por ultima vez a Yoongi salir.—Esta vez seré yo quien lo posea, Yoongi. Ya lo he perdido una vez, no lo haré de nuevo.. —su sonrisa desaparece y un dolor en su pecho le retuerce el alma.

[•]

Caminaba a paso rápido por los pasillos. Mis lagrimas salían demostrando lo patético que soy, lo idiota y patético que soy, si, eso seré por toda la vida y me arrepiento, por tantas estupideces, me arrepiento de haber existido. Entró a la habitación y me recuesto en la cama.
—Déjalo, nadie podrá.. entenderlo.—Cierro mis ojos y entro en un profundo sueño. Siento como una mano toca mi cara suavemente y me remuevo, trato de abrir los ojos pero esa persona me lo impide. —¿Q-quien eres?.. —Un silencio recorre la habitación y me doy cuenta que no va a decirme.
Cierro mis ojos y su mano ya no la siento, escucho como abre la puerta y sale de la habitación. ¿Quién habrá sido?, sus manos eran grandes y.. frías.
   —Tal vez sea mi ángel..

'El ángel que siempre he esperado'

Diario De Un Psicopata     [Y.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora