Problems before Christmas

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23 de diciembre 

En el pequeño pueblo en medio de la nada, rodeado por bandas de narcotráfico, secuestros y vandalismo, la policía es el único consuelo que puede quedarles a los pobres habitantes que no poseen un arma debajo de sus almohadas. Pero ¿Qué ocurre cuando los policías se vuelven corruptos? Las personas ya no pueden confiar en ellos, y estos al notarlo deciden ignorar sus obligaciones para darles un mensaje al pueblo con mano dura.

Peter se había mudado con sus padres al pequeño pueblo, hace unos seis años más o menos, la familia creyó que al alejarse de las grandes ciudades podrían resolver sus diferencias en un ambiente más hogareño y rustico, estaban tan equivocados. Luego de haber vivido ahí por tres años la relación de Steve y Tony se desmorono, ambos con palabras altisonantes y grandes escándalos, rompieron a la pequeña familia. Pero Steve no abandono el pueblo, al verlo tan desprotegido y consumido en la injusticia, se quedó para poder ayudarlo. Tony permaneció junto a Peter, durante un tiempo se sumergió en la bebida, pero no permitió que esta lo derrumbara. Para poder mantener su hogar (ahora el solo) abrió una pequeña tienda de comida y licor, no se permitirá caer y tampoco abandonar a su pequeño, ni a su nieta.

La fuerza policíal recibió muy bien a Steve en sus inicios, el rubio se esforzó tanto que logro darse nombre en el pequeño pueblo, trabajando día y noche para que al menos los habitantes se sintieran protegidos, sus sacrificios y grandes esfuerzos dieron frutos cuando lo nombraron Sheriff del pueblo, el encargado de toda la policía. Steve estaba tan feliz, prometiendo hacer lo mejor para el pueblo, y ganándose la confianza de los policías bajo su cargo, entre ellos el detective Everett Ross, quien al inicio no lo recibió con abrazos y besos, pero logro soportarlo, Natasha Romanoff y Clint Barton, los cuales siempre confiaron en él y siempre lo harían, un hombre que se había vuelto su mejor amigo con el tiempo en ese lugar, James Barnes, quien ahora era su mano derecha. Y por último, uno de los policías que Steve recluto, el más joven, demostraba cada día tener una gran habilidad en su trabajo, prometiendo ser de los mejores, Francis o Ajax, como lo conocían en el pueblo, al principio, bajo las ordenes de Steve, el muchacho eran un gran policía, siempre llegando ante cada escena listo para llamar a la paz sin violencia, arresto a una gran cantidad de vendedores de drogas, incluso a uno que otro personaje importante en esas ramas. Pero todo cambió, mientras más subía mas perdía sus valores y principios, al paso que ya ni siquiera salía de la estación, prefiriendo permanecer junto a una buena botella de alcohol, ganándose grandes peleas con Steve, el cual lo obligaba a salir a hacer su trabajo, lo cual no era buena idea, pues le había tomado gusto a la violencia.

El pequeño pueblo, posee más personas interesantes, personas que no lo saben, pero necesitan conocerse o estar relacionadas de una manera u otra.

Wade conducía tranquilo, llevaba más de siete horas de trayecto, intentando no caer en la locura por tanto tiempo encerrado y con un adolescente cantarín en su oreja las siete horas de camino.

-Charles- murmuro con molestia al castaño junto a él –o lo callas tú o lo callo de un balazo- amenazo con frustración.

Charles blanqueo los ojos –Peter, por favor, estamos a muy poco de llegar-

El chico de cabellos color plata que estaba cruzado de brazos, y mal sentado en el asiento, miró fijamente al telépata.

-estoy aburrido- respondió con simpleza.

-lo sé, cariño, lo has dejado muy claro- Charles lo miro por el retrovisor –pero no podemos acelerar más-

Peter blanqueo los ojos –después de todo fue tu idea venir- señalo Wilson, mientras el auto cruzaba junto a un gran letrero con letras color crema "Bienvenidos". Rápidamente se acomoda en el asiento, colocando sus dos codos en los respaldos de los asientos delanteros – solamente porque yo necesito conocer a mi padre, aparte tú también debías venir aquí- Wade lo miro por el retrovisor y Charles desvió la mirada a la carretera –tu hija está aquí ¿no es así?-