- Hey, Maddie. — Kenzie me llamó por octava vez.
Ugh, ya estoy harta, ¿acaso no ve que la estoy ignorando?
La ignoré y subí el volumen de la radio.
Estábamos en el auto de mamá camino a la casa de Lilia; iremos a acampar con algunos amigos más.
-Mads, hermanita.— suspiré fuertemente.
-¿Qué quieres, Mackenzie?— sonrió.
-¿No piensas arreglarte un poco?— fruncí el ceño— quiero decir, no es que te veas mal, pero, ya sabes, tienes que impresionar a Izzy.— giré los ojos.
-Kenzie, ella no me gusta, entiendelo.
Afortunadamente la conversación terminó ahí porque llegamos a nuestro destino.
Nos despedimos de mamá y bajamos nuestras cosas, nos dirigimos a la puerta y tocamos.
-¡Zieglers! — exclamó Lilia al abrir la puerta.
Luego de saludarla nos dejó pasar, fuimos hasta la sala donde estaba Izzy.
-¡Hey! — mi voz llamó la atención de la menor — llegó lo más importante de tu miserable vida, ¿no piensas saludarme?— rió y se acercó a mí y a Kenz para abrazarnos.
-Pensé que yo era lo más importante de tu miserable vida.— Izzy se separó de mí rápidamente al escuchar su voz.
Johnny se encontraba en el marco de la puerta, a su lado estaba Lauren, ambos sonreían ampliamente.
En menos de 10 segundos, Lauren y Kenzie estaban en el suelo abrazadas y Johnny abrazaba a Izzy mientras reían.
Oh, y yo los observaba.
-Te extrañé demasiado, John. — lo abrazó, de nuevo.
Giré los ojos.
Me agrada Johnny, es una excelente persona e incluso le tengo aprecio, pero siempre que está con nosotros Izzy se olvida completamente de mi.
No me gusta que se olvide de mi, quiero su atención solo para mi.
Lo sé, suena egoísta.
-¿Y nosotras qué?— oímos el quejido de Lilia.
Los Orlando se separaron de ellas y nos abrazaron mientras reían.
(...)
Luego de esa bienvenida, llegaron Annie y Hayden. Ahora nos dirigíamos al lugar donde acamparemos, el viaje es de al menos dos horas.
Debido a que no entramos todos en el auto, Izzy se encontraba sobre mis piernas — dormida, por cierto — al igual que Lauren sobre Kenzie.
-Mads —el débil murmullo de Izzy llamó mi atención— todos están durmiendo, deberías hacerlo también.
Sonreí ante la imagen que tenía al frente, Izzy completamente adormilada era la cosa más tierna que he visto y veré; su pequeña nariz arrugada, sus ojos entrecerrados, el ceño ligeramente fruncido y sus mejillas sonrojadas.
Algún día moriré por tanta ternura.
-No tengo sueño, — acaricié su mejilla y sonreí — no te preocupes, mejor vuelve a dormir.— besé su frente.
No dijo nada y colocó su rostro en mi cuello para volver a dormir.
-Izzy. — la llamé.
Se removió un poco antes de hablar.
-¿Si? — apartó su rostro de mi cuello para mirarme.
Mi vista se fijó en sus labios al momento en el que ella formó un pequeño puchero. El espacio entre nuestras caras era dolorosamente mínimo, nuestras respiraciones chocaban y la tentación por probar sus labios aumentaba cada segundo.
Me acerqué lentamente a ella, mis ojos permanecían en sus labios, me permití alzar la vista para encontrarme con su rostro levemente sonrojado y su mirada sobre mis labios.
Realmente necesitaba hacerlo.
Acorté la distancia y besé la comisura de sus labios, fue un suave roce, un pequeño roce que despertó muchas sensaciones. La escuché suspirar.
-Dulces sueños, pequeña.
¿Qué diablos fue eso?
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one kiss; maddie ziegler
Cerita PendekONE KISS. | ❝solo será un beso.❞ historia corta; minúsculas intencionales.