°Tercer Deseo°

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Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de la franquicia de Marvel, yo sólo los pido prestados.

Parejas:
Steve Grant Rogers y Anthony Edward Stark

Advertencias:
No meteré lemon, pero si meteré M-preg.

Aclaraciones:
"Cursiva" - otro idioma
*Habla por teléfono o mensajes telefónicos*
Letra- Diálogo y narración normal
<<Cursiva>>- pensamientos
Cursiva - recuerdos
LETRA GRANDE- gritos

N/A: Esta historia participa en el intercambio navideño "Super-Navidad Stony." Basado en el MCU.

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-Estas despedido - su jefe soltó sin cuidado alguno a un (ahora) atónito Steve. Estaba realmente desconcertado, jamás le había paso esto antes. Desconocía la razón que le llevó a esa decisión.

-¿Hice algo mal? -si rostro mostraba la confusión que sentía, veía a su jefe con una gran interrogación pintada a lo largo de su cara.

-No, Steve. Me pidieron que te despidiera y que te avisara que te esperan a las 7:00 am en la compañía Stark. -el señor dejo un sobre sobre la mesa que seguidamente deslizo hasta el rubio.

-¿Stark? -enserio jamás creyó volver a ver al castaño de nuevo, parecía que su deseo había sido escuchado y se estaba cumpliendo.

-Si, realmente no se como se enteraron de ti, sin embargo quieren que estés allá mañana mismo. -su jefe estaba igual de confundió que Steve, aún no creía del todo la situación por la que estaba pasando.

-Muchas gracias, por todo realmente, si no es molestia me retiro. -un fuerte apretón de manos fue lo que dio el rubio junto a un caluroso abrazo a quien por tanto años conoció como jefe.

[...]

Eran las 7:30 am, llevaba allí mismo 40 minutos parado y aún no se dignaban en atenderle, era realmente una falta de respeto total a él.

Caminaba por todos lados, meneando su cola para tratar de apaciguar su enojo. Su semblante amable era opacado por su celo fruncido y sus orejas levemente inclinadas.

-Calmado, no quiero que asustes a mis trabajadores con tu fiera mirada -una voz con un toque burlón se dejó oír por la casi vacía sala. Reconocía esa voz y así mismo el dulce olor.

-¿Por qué me quieres aquí? -fue lo único que pregunto el rubio con enojo en su voz y un poco de reclamo.

-Porque si. Ahora ven que desde hoy serás mi asistente personal. -un chillido emocionado salió del castaño mientras su cola se movía de una lado a otro, aquel pequeño y extraño jaguar estaba feliz por algo que el rubio no.

-Me niego -su negativa fue rápida y con un toque molesto.

-Vamos capipaleta. Te necesito aquí, a mi lado y con tu magnífica ayuda se que sera mucho más fácil. - el castaño invadió el espacio personal del rubio sin reparo alguno y sin permiso del más alto.

-No te niegues ante esto. Por favor Steve, no te vayas de nuevo. -susurro bajito esperando no haber sido escuchado.

-¿Capipaleta? -el rubio quedó anonado ante ese apodo, juraba haber escuchado aquel apodo antes, su mente trabajaba tan rápido que un agudo dolor embargo sus sentido de un momento a otro.

-¿Steve? -pregunto Tony totalmente preocupada, preocupación que pasó a terror cuando vio el cuerpo del rubio caer al suelo en un golpe seco.

°Deseo dejar de sentir un vacío en mi pecho°

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