7 Deseos®

°Septimo Deseo°

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de la franquicia de Marvel, yo sólo los pido prestados.

Parejas:
Steve Grant Rogers y Anthony Edward Stark

Advertencias:
No meteré lemon, pero si meteré M-preg.

Aclaraciones:
"Cursiva" - otro idioma
*Habla por teléfono o mensajes telefónicos*
Letra- Diálogo y narración normal
<<Cursiva>>- pensamientos
Cursiva - recuerdos
LETRA GRANDE- gritos

N/A: Esta historia participa en el intercambio navideño "Super-Navidad Stony." Basado en el MCU.

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Aquel día era Navidad, faltaban tan solo dos horas para que finalmente fuera noche buena, estaba nervioso, sus manos sudaban mucho. Steve aún no regresaba del trabajo.

Llevaban 5 años de casados y 7 de ser pareja. Era mucho tiempo el que llevaban juntos considerando los años que estuvieron separados. Hacia días que el castaño se sentía mal, sentía la necesidad de que su marido se quedará a su lado.

La cena estaba servida y reposaba en la estufa, se había esforzado para que quedara a la perfección todo. Era un gran esfuerzo considerando que él lo había hecho todo sólo. Unos cuantos consejos fue lo único que pidió a Pepper, de allí no más, quería que eso fuera preparado por él y sólo él.

El ruido de la puerta le aviso de la llegada de su marido, la empresa la manejaba ahora Steve, y Tony no tenía queja alguna del rubio, confiaba plenamente en él.

-Tony, llegué- la ronca voz de su esposo sonó fuerte y claro para avisar de su llegada a aquel cálido hogar.

-Steve. ¿Cómo te fue en el trabajo? - se acercó donde su marido para darle su clásico beso de bienvenida, al separase tomo la mano del rubio y lo guío a donde estaba la decorada mesa para dos.

-Bien, sólo debía firmar documentos y más documentos, eso era todo -comento con una sonrisa, la cual se ensanchó al ver el arduo trabajo de decoración de su amado esposo.

-Bueno, prepare la cena, vamos a comer -contesto desde la cocina mientras llevaba los platos de comida junto a un vino.

Ambos se sentaron en la mesa, de vez en cuando se veían a los ojos y se quedaban así por segundos. Disfrutaban de la grata compañía del otro.

-¿Y tú? ¿Qué tal tu día? -pregunto el rubio intrigado. Estaba a punto de servir vino en la copa de Tony cuando esté colocó su mano en medio, impidiendo así que le sirviera.

-Bien, no hice algo realmente espectacular. No puedo tomar vino, Steve. -continuo su monólogo sin preocuparse de su extraña actitud.

-El doctor me prohibió enteramente las bebidas alcohólicas, ya sabes hacen daño. -le mando una indirecta para ver si el rubio captaba, aunque se dio cuenta que no funciono cuando vio la interrogación marcada por todo su rostro.

-¿Te pasa algo malo? - pregunto realmente intrigado y más al ver como su esposo se levantaba e iba sin darle respuesta alguna.

No tardo mucho para que Tony regresara con un pastel y una pequeña caja en sus manos, el follo era navideño, lleno de árboles y renos. Anthony dejo el pastel en la mesa y río cuando vio la cara expectante de su marido al leer el mensaje que tenía encima.

"Felicidades, vas a ser papá."

No tardo mucho para que pusiera enfrente del rubio la pequeña caja, la cual su marido abrió con lentitud y dejó ver un pequeño babero en azul celeste. Su vista viajó a los ojos de su marido, el cual mantenía sus orejas bajas.

-¡P-Papá! -grito aún incrédulo el rubio mientras se levantaba con cuidado de la silla

-Si, vas a ser papá. -repitio Tony a su marido.

-¡VOY A SER PAPÁ! -grito el rubio totalmente emocionado mientras cargaba al moreno entre sus brazos y giraba con felicidad.

Tony sólo reía por las acciones de su esposo, totalmente feliz, cuando Steve finalmente dejo de girarlos a ambos, colocó una mano sobre el aún vientre plano de su marido, totalmente extasiado de felicidad.

-Feliz Navidad, Capipaleta. -murmuro contra los labios de su pareja.

-Feliz Navidad, Tones. -contesto de igual forma el rubio para seguidamente besar los dulces labios de su esposo.

°Deseo que nuestra felicidad sea eterna, sólo nosotros, por siempre y para siempre°