1-Mudanza.

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Hola!! Sí, ya sé. He estado editando esta historia debido a que no me gustaba como estaba escrita. Pronto la terminaré en su totalidad, gracias por su paciencia, los amo mucho!



Alli

-¡La soledad se siente tan bien, mejor de lo que me esperaba!

Acomodé mi última maleta en la que llevaba cosas pequeñitas, de modo que no era necesario tenerlas en alguna maleta muy grande. Además, es muy linda; es rosada y tan cómoda y linda...

-¡Allison!

-Sí, mamá? -Le respondí, desmotivada al saber que mis padres se quedarían todavía un rato más.

-Es increíble...

-¿Qué lo es? -respondí con curiosidad.

-Que vayas a vivir sola. Bueno, supongo que cualquier niñata inútil puede hacerlo. Al fin y al cabo yo lo hice a mis 18, cuando te tuve.

-Sí, cómo olvidarlo si me lo recuerdas todos los días...

Después de pensar en que al fin tendré mi espacio y m libraré de los maltratos de mi madre y de las miradas de mi padre, sonreí. Amo que esto me esté pasando.

-No hagas eso.

-¿Hacer qué? Solté una risita.

-Sé que te sientes bien...por dejarnos a mí y a tu papá. Dice esto último con un tono entre indignación y rabia.

-No es por eso  ... además tu me odias, por qué te habría de afec-

No pude terminar la frase cuando una de las tantas cachetadas que me da desde que tengo uso de razón me acomodó el cerebro y me di cuenta de que no debo contestarle.


-¡Ya basta, mocosa! Tienes a todo el mundo timado con ese cuento de que te maltrato, no vas a cambiar nunca, ¿verdad?

Solamente bajé mi cabeza sabiendo que lo mejor es no contestarle.

-Heeeey

Entró mi "alegre" padre saludando de un beso meloso a mi madre y estampando uno en mi frente.

Después de que mi padre mirara mi escote de manera nada disimulada se despidieron. Me sostendré con algunos ahorros que he hecho de algunas ventas de dulces en mi escuela, y un poco de dinero que me dieron mis padres, solo por el hecho de que dejaré de molestarles la vida. Al final se fueron y quedé sola, disfrutando de la compañía que me proporciono. Terminé de acomodar algunas cosas y me senté a ver TV cuando sonó el timbre.

Al salir me encontré con una figura muy alta y acuerpada. Aparentemente es mi vecino, un chico que supongo también estudia en mi universidad, ya que a pesar de su gran porte, no luce viejo. Además, casi todos los residentes eran estudiantes universitarios. Me quedé muda detallándolo, tanto que se empezó a sentir un silencio incómodo. Al fin decidí hablar.

-¿Y usted quién es? -Dije con cierto temor.

-Hola, perdón -Ciertamente el también había estado largo tiempo mirándome.
-Soy Felipe.

Me  quedé esperando lo que tenía para decir aunque él no dijo nada más, entonces me apresuré a decir algo.

-Y yo Allison- Mi cara era tan inexpresiva que lo hice sentir incómodo y en parte era mi propósito, no me gustan los desconocidos.

-Disculpa, te traje esto...

Era una canasta llena de frutas y dulces

-¿P-por qué me trae esto? Supongo que notó mi cara muy roja y sonrió ante mi reacción.

-Oí que eres nueva... no solo en la residencia, sino también en la universidad. Te escuché hablar con el señor del camión.

-Mmm... Ahora veo que no sólo eres raro, también metiche.

-Sólo quiero hacerte sentir bienvenida. Además sé que es difícil ser nueva, sobre todo en esto de la universidad...

-Bien, gracias... Me gustan mucho las frutas; más que los dulces creo. -Al fin acepté su regalo y vi que es agradable.

-¿Quieres que te guíe mañana en el primer día de clases?

Ahí pensé en lo raro de la situación. No suelo hablar con mucha gente y ahora él se ofrece a acompañarme como si nos conociéramos de años, "tal vez así funciona", pensé. Solo tuve una amiga en primaria y aunque puedo llegar a ser sociable, me cuesta conseguir amigos. Sin embargo decidí acceder, de todas formas, no había nada de malo en ello, ¿o si? He conseguido mi primer amigo y ni siquiera he tenido mi primer día en la universidad, ¡eso es genial!.

-Bien, eso estaría súper. -Dije convencida.

-De acuerdo, te espero mañana a las 7 en la entrada. Descansa, Allison.

-Tú igual.

Cerré la puerta con una alegría al saber que no ha pasado si quiera el primer día y ya tengo un amigo. Aún pienso que es un tanto raro, pero ya me habían dicho que la universidad es diferente a la escuela.
Me puse mi pijama rosa que consta de un vestido cortito de terciopelo, el cual tiene un gatito adorable. Lo único que extrañaré de mi casa será mi formidable cuarto, era mi pequeño refugio y mi confidente, donde me escondía de los golpes e insultos de mi madre y de los desafortunados encuentros a solas con mi padre. A veces me sentía infantil, demasiado. Pero nadie nunca me ha molestado por ello, así que prefiero ser yo misma y no presentarle restricciones a mi personalidad. Cepillé mis dientes y el confort de mi cama con nuevas sábanas me permitió hundir en un sueño rápido.

Hola bebus! Sí, hay cambios porque esta novela la escribí hace 5 años y ya era hora de una actualización. Confieso que a veces me daba cringe leerla por algunos errores en la gramática y decidí arreglarla. También he juntado ambas partes en un solo libro. Espero les guste, realmente los cambios son solo respecto a puntuación, estilo, etc ... En cuánto a la trama no hay ningún cambio, tranquis. Los amo! Bye!  

Obsesión de Papi °disponible en Dreame°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora