Capítulo 14

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Los días a veces mejoraban, a veces no, pero ya me era costumbre tener un día de mierda. Ninguna amiga me visitaba, sólo mi novio a escondidas.

Un día mi novio decidió hablar con mi padrastro y mi tía quien estaba de visitas unos días.

En la pequeña reunión todo se volvió mierda cuando mi padrastro quizo humillarme delante de mi novio y me defendí. Entonces seguimos viéndonos a escondidas.

Los exámenes finales estaban a punto de empezar, y antes debían hacer labor social en algún centro público y obviamente elegí el centro donde estudiaba, ahí servía de maestra sustituta, secretaria entre otras cosas.

Tres días falté porque mi padrastro no me dejó ir.

Los exámenes llegaron y por mis buenas calificaciones sólo tuve que tomar matemáticas y los demás estaban exonerados, pasé las pruebas nacionales que daban en mi país e igual la pasé.

Con ansias esperaba noviembre, mi graduación de fin de año, llegó meses después. Sentía que sería mi mejor día. Mi padrino sería mejor Amigo porque mi padrastro dijo que no lo  sería, se inventó la excusa de que no tenía la ropa adecuada,  le dije que se la compraría y no quizo, era obvio que no quería desfilar conmigo y ver que tan bien pasaba ese gran día.

Ese mismo día se la pasó de mal humor la cual me contagió, cambié un poco, pero no mucho y mis zapatos al parecer también lo estaban, pues se rompieron y eran  nuevos.

Mientras esperaba que premiarán a los buenos estudiantes estaba nerviosa y pensaba en lo bien que sería tener un padre entre medio de la multitud apoyándome, pero no estuvo, mi hermanita y mi mamá si.
Recibí 5 reconocimientos, una tablet, dos medallas, una placa y muchas felicitaciones. Habían personas que lloraban de felicidad y anhelaban que sus hijos habrían sido como yo.

Algunos decían que mi padre debía sentirse orgulloso de mi y yo si quería que fuese a sí.

Después de salir de la graduación me fui a un parque con mi mamá, mi hermana, mi padrino y su novia, sólo estuve ahí sentada, viendo las luces de Navidad que ya estaban montadas.

Llegué a casa a las 10 más o menos, los vecinos me felicitaron muy alegres y decían que debía estar de rumba por el éxito. Entre a la casa y le mostré a mis hermanos hermanos y a mi padrastro quien sólo asintió y siguió viendo la tele.

Todas las noches me preguntaba que había hecho mal, cual era el problema, y no encontraba presupuestas.

Mi Padrastro (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora