Capítulo 29

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Toqué de nuevo la puerta, aún con el ceño fruncido. Me volvió a abrir la supuesta Kendall.

—Oye niña, ¿no te dije ya que te fueras?

Hice oídos sordos.

—¿Qué? Pero si acabo de llegar... —fingí estar asustada. — ¿Estás bien Kendall? No quiero que estés mal... Papá me dijo que estabas enferma pero no creí que fuera mentalmente.

—¿Qué? ¿Cómo...? ¿Cómo sabes mi nombre? ¡BRUJA! VETE DE NUEVO POR DONDE HAS SALIDO. Y DILE A AUSTIN QUE NO PIENSO CUIDAR DE SU HIJA. AÚN MENOS SI TIENE DIECISÉIS AÑOS —gritó rápidamente. Hice un gran esfuerzo por no reírme, y continué con mi plan:

—¡Eh! Que tengo dieciocho. ¿O es que no recuerdas a qué edad te liaste con mi padre? Por cierto... me ha dado una carta...

—¡NO! NI HABLAR. ADIÓS.

Me empujó levemente y salió corriendo de la casa. Cuando cruzó la calle y se alejó hasta desaparecer de mi vista, me empecé a reír a carcajadas. ¡No puede ser que se lo haya creído! Y también me parece increíble que Harry haya salido con ella.

Iba a seguir disfrutando mi tiempo riéndome de esa arpía, cuando una falsa tos me interrumpió.

—Hombre, hola _____. Cuánto tiempo —saludó mi tío.

—¡TÍO JACOB! —corrí hacia la puerta, que estaba a unos pasos debido al empujón de Kendall, y le di un fuerte abrazo.

—Supongo que tienes varias cosas que contarme, ¿no? —dijo elevando las cejas.

—Sí, aunque creo que tú también deberías contarme algunas cosas, como por ejemplo qué hacía Kendall aquí, ¿no? — contesté imitando su gesto.

Suspiró y se llevó la mano a la nuca, una manía que ha pasado por toda mi familia exceptuándome a mí. Se echó a un lado de la puerta, dejándome pasar a su amplio salón. Sabía que mi tío tenía dinero, pero no pensé que vivía tan bien.

*Narra Niall

Tras comer mi delicioso desayuno y asearme, fui hasta la habitación en donde se quedaba Paul. Debía contarle todo lo que había pasado con _____ y Ryan.

Toqué la puerta, y segundos después, él la abrió, dejándome pasar.

—A ver, sorpréndeme. ¿Qué le pasa a _____? — me preguntó. Se sentó en la cama y yo en la silla que estaba en frente.

—Te lo contaré, pero prométeme que no te volverás loco ni paranoico ni nada raro, ¿de acuerdo? — le dije.

El suspiró y asintió.

—¿Recuerdas a mi primo Ryan? — pregunté. El asintió confundido y esperó a que prosiguiera — Bueno, cuando aún estábamos en Londres, _____ salió con Louis. ¿Lo recuerdas?

—Que sí Niall. Que fue hace menos de una semana. No estoy tan viejo, ¿sabes? — dijo él. Solté una carcajada y continué:

—Bueno, pues se encontraron a Ryan en la playa, aunque ellos no sabían que era él, y tampoco lo que había hecho. Total, que besó a _____ y blah blah blah. Estoy seguro de que sabes esa parte de la historia.

—Sí. Salió en las noticias. Fue esa vez que te enfadaste, publicaste aquello en Twitter y la cagaste— me recordó.

Rodé los ojos. Él tenía razón: la había cagado. Pero ese no era el tema ahora, eso ya estaba arreglado.

—Pues cuando fuimos a la Torre Eiffel, Ryan "secuestró" — hice comillas en el aire con mis manos — a _____.

—¿A qué vienen las comillas?

Forever yours || Niall Horan y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora