Hopeless // Niall Horan

Capítulo 1

Abro los ojos aun medio dormida y veo  como la luz del sol entra por las pequeñas aberturas de mi persiana, me levanto de la cama y miro el pequeño reloj que se encuentra en mi mesita de noche. ¡Las 10:14! No me había despertado para ir al trabajo una vez más llegaba tarde. Fui corriendo a mi armario y me vestí a gran velocidad, cuando baje las escaleras me encontré a mi tía Belén que me aguardaba sentada en una de las sillas del salón con una gran sonrisa en su rostro.

Belén es como una madre para mí. Desde que mis padres se divorciaron, me vine a vivir con ella. Mi madre tenía problemas con el alcohol y mi padre se casó con una mujer diez años más joven que él y  me quería fuera de su vida. Entonces mi tía vio conveniente que me fuera a vivir con ella a lo que mis padres aceptaron sin problema.

-¿Por qué no me has despertado para que fuera a trabajar?- le dije a mi tía enfadada.

-Hoy no iras a trabajar-me dijo ella con voz tranquila.

-¿Qué? Sabes que si no voy me despedirán y no puedo permitírmelo-le dije levantando la voz.

-Ally he  visto como has trabajado últimamente y no puedes seguir así, por eso he pedido que te den unas vacaciones. En una hora coges un avión hacia Londres, ya tienes la maleta hecha.-dijo ella con ilusión.

-¿Qué? ¡Muchas gracias tía!-dije mientras que la abraza y saltaba de emoción.

-De nada cariño, se la ilusión que te hacia viajar. Iras al hotel Warldolf -dijo ella con una gran sonrisa en su cara.

-¡¿Ah Warldolf?! ¿Ese hotel tan lujoso?- dije gritando.

-El mismo-dijo ella riendo.

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Una vez que llegue al aeropuerto en taxi, mi tía me ayudó a bajar las maletas y se despidió de mi con un gran abrazo, yo le di las gracias mentalmente por todo lo que había hecho por mi, las dos sabíamos lo mucho que necesitaba este viaje.

Le entregue el billete a la azafata que se encontraba en la puerta del avión y entré ilusionada pero con ciertos nervios. De repente me vino una sensación extraña que nunca había sentido, mi cabeza me decía constantemente: Ally levantate y vete, vete de aquí...

En aquel  momento no entendía porque me encontraba de ese modo, ni lo que estaba intentando decirme mi cabeza…

Ahora entiendo ese sentimiento al que debí haber hecho caso, porque desde ese día todo cambio… Nada volvió a ser como lo era antes…