A las afueras de la taberna, la luz me cegó. Las espesas y claras nubes hacían un escudo entre la tierra y el cielo, y con ello, los rayos de sol intentaban traspasarlas, provocando un efecto de reflejo donde la claridad era la principal de las características. Mis ojos no se pudieron acostumbrar tan rápido a ello y se cerraron instintivamente. Una vez que estos consiguieron acostumbrarse procedí a acercarme al árbol donde dejamos atados a nuestros caballos.
Dos altos corceles con el cuello ancho, las patas finas y fuertes. Uno color avellana y otro color carbón. Tanto sus crines como sus patas eran negras, y sus ojos desprendían un brillo que irradiaba salud.
Kraxo se había quedado en la oscura y ruidosa taberna pagado lo debido mientras yo me ocupaba de ensillar nuestros caballos. "Asegúrate de que esta vez esté bien ensillada mi montura, no quiero volver a comer barro". Las palabras de mi compañero pasaron una última vez por mi cabeza mientras cogía su silla y la ponía en el corcel. Recordé lo que sucedió en la última travesía de nuestro anterior encargo.
Nos había llegado un aviso repentino de que el ladrón al que perseguíamos estaba a tan solo un pueblo de nosotros y que solo nos llevaría minutos alcanzarlo, pero si no nos apresurábamos seguramente volveríamos a perderlo, ya que nos avisaron de que también sabía que lo perseguían. Así que cabalgamos al galope hasta que llegamos a la entrada del pueblo. Una vez allí les preguntamos a los aldeanos sobre el supuesto ladrón y ellos nos dijeron que habían visto a un hombre parecido cerca del bosque al norte del poblado. Cuando estábamos adentrándonos en el bosque vimos una hilera de humo y lo seguimos hasta ver el fuego. Cuando lo encontramos, el ladrón rápidamente se montó en su caballo y comenzó a galopar hasta más adentrado el bosque. Comenzamos una persecución en la que los jadeos y el galope de nuestros caballos eran la música que generaba ambiente. Kraxo estaba a punto de llegar a él y saltar sobre su caballo para capturarlo. Después de todo la recompensa ponía "vivo". Pero cuando se hincó sobre su silla esta, al primer salto de roca que hizo su caballo, se movió de su sitio y la cabeza de mi compañero terminó en el frío y húmedo suelo. Yo seguí mi persecución mientras escuchaba los quejidos de Kraxo alejarse. Finalmente logramos la captura y su respectiva recompensa, pero Kraxo perdió la confianza que tenía en mi sobre la preparación de los caballos. Propuso que a partir de ese momento lo haría él. Yo por supuesto me quejé, y él efectivamente no ganó la pelea.
- No es culpa mía que compres las hebillas en el herrero más barato que te encuentres – pensé.
Cuando terminé de ensillar a los caballos vi salir a Kraxo de la taberna y se acercó hasta donde estaba.
- ¿Segura de que no me voy a caer? – preguntó.
- Si te da miedo puedes ir andando
- Solo quería asegurarme, no hace falta que te enfades.
- No estoy enfadada, solo te doy una sugerencia.
- Ya, ya, pues si crees que está todo bien salgamos de inmediato – cambio de tema sin convencerse demasiado - Después de todo solo tenemos tres días para encontrar el encargo.
Subimos a los caballos y empezamos a galopar hasta el Monte de los Sharlocks.
***
Pasamos varios poblados y algunas tribus sin ningún tipo de información sobre la chica ni ningún altercado. Cabalgábamos durante todo el día. Desde muy temprana mañana hasta bien adentrada la noche, teniendo apenas horas de sueño, que se acumulaban bajo nuestros ojos. Habían pasado ya dos días desde que aceptamos el encargo y no había ni rastro de la chica. Era como perseguir a un fantasma. Preguntábamos en cada taberna, granja o mercado y nadie sabía nada ni había oído hablar de una presunta asesina de woldas. Preguntamos hasta a otros caza-recompensas y ninguno tenía constancia de esa búsqueda. Nuestro camino parecía que no iba a conducir a nada, que volveríamos sin la presa y no obtendríamos el botín. Solo nos faltaba un sitio por comprobar y era aquel del que nos informó el extraño de la taberna.
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The Wolda
AventuraEn un mundo pos apocalíptico, la humanidad ha logrado sobrevivir. El mundo que aun siendo el futuro, vuelve a ser antiguo. Su gobierno es distinto. Basados en tribus, reinos, utopías ... El Wolda es el gobernante y el pacificador. Pero todo cambió...