Mermaid Secret - Mericcup

03

Mérida.

El mundo no es cruel. El mundo es hermoso incluso con sus maravillas es perfecta, no importa cuanto tiempo mi padre me haya privado de esto pero realmente esto es genial y perfecto, puedo sentir la gran brisa entre mis pies y el gran aire fresco que recorre toda mi piel ¿como se llamara lo que siento ahora? La verdad no lo se pero se siente ¡genial! 

— ¡Señorita!! — escuche gritar a una señora — No sea indecente y por favor usé ropa adecuada.

Voltee hacía la señora que me hablaba ella me miraba mal y con algo de... Timidez ¿ A que se refería? Yo me sentía muy normal como si estuviera en el mar pero sin mi aleta y claro más destapada, ¿acaso no me parezco a ellos? Tengo piernas, brazos, dedos, cara, cabello tengo todo ¿no?

— ¿Que es ropa? — mencione crédula — ¿acaso eso me falta?

— Señorita no estoy bromeando, esto no es una playa nudista ¡valla por su ropa!

— No tengo eso llamado "Ropa" — mencioné cabezabajo — No tengo.

— Esto es en cerio. Camino desde su casa asta acá sin Ropa — preguntó la señora estupefacta — No lo puedo creer.

Que había de malo salir del agua y luego convertirme en un humano..
Nada verdad, además como este ser humano preguntaba que había venido de mi casa sin ropa, en el agua nunca hemos usado eso llamado "Ropa" y no creo necesitarlo aquí en la tierra ¿o sí?

— No creo que lo necesite — mencioné — en mi hogar nunca usamos esa tal cosa llamada "Ropa"

— No lo puedo creer — comenzó a mover su cabeza de una lado a otro  ( Que gracioso parecen pulpitis) — Ven te prestare algo de ropa no puedes estar así por hay.

Aquella señora solo me llevo a una gran casa de paja como los que se lograban ver en los diferentes lugares que luego visitaba con mis hermanas en el mar, realmente genial. Ella me presto eso llamado "Ropa" era algo grande pero caliente y fresco, me dio unos artículos que iban debajo de mi vientre algo así como un resorte que tapaba mi entrepierna, una gran alga gigante que tapaba mi cuello hacia mi rodillas pero esta era suave y no húmeda.

— ¡¡Lista!! — mencioné a la Señora

— Perfecto. Ya puedes ir a casa — mencionó, pero no aún mi misión no acababa tenía que decirle donde podía encontrar a ese chico de cabello marrón o café — y habla con tus padres eso de no usar ropa en casa no es muy decente.

— Si lo tendré en cuenta, esto se siente muy cómodo  — dije — pero antes de irme me gustaría preguntarle ¿dónde hay chicos?

— ¿chicos? — preguntó confundida.

— Si ya sabe. Altos, fuertes, cabello castaño o marrón con ojos color esmeralda.

— ¡Ay niña! — refunfuña  — quieres conquistar muchachos.

— ¡Que! No,no —  renegó — es que necesito encontrar a un chico con esas características. Es moreno, ojos esmeralda, alto con un poco de fuerza. 

— Pues aquí no hay de esas características Hija... Amenos que tú también.... — Me miro inspeccionando — ¿Quieres conocer a Haddock, verdad?

Realmente no sabía a lo que esta señora se refería, pero si así llamaba a la especie de humanos con las características antes mencionadas pues creo que si.

— Creo que si — asegure — lo buscó.

— Cariño el es famoso, ahorita debe estar en su hotel — suspiro — además no creo que te reciban tiene guardias que lo cuidan y no dejaran que te acerques a él.

— ¿Y usted me puede ayudar?

— Cariño me gustaría ayudarte, pero sabes cuantas jovencitas vienen al día a pedirme por Haddock ¿donde está? ¿Que esta haciendo? — hablo cansada — Y quiero que entiendas debes respetar su privacidad el es un ser humano y necesita descanso también.

De eso estaba muy segura es una persona, es un humano y lo entiendo pero solo quiero darle lo que le pertenece.

— Si entiendo.  — dije rendida — pero encontré algo muy valioso para el y solo se lo entregaré a la persona de su confianza y luego me iré, se lo prometo — le enseño la pulsera.

Me miro de una manera extraña, no se como describirlo mal o con compasión pero de que me miro de una manera extraña me miro de una manera extraña.