Epílogo.

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Lo abracé como siempre lo hacía, su fragancia reboso mis fosas nasales, me encantaba su olor por sobre toda las cosas. Antes de conocerlo no sabía que era amar, pero ahora que lo tenía en mi vida, sabía que el amor era todo, hasta el aire que se respira, amar a alguien es tan hermoso pero a la vez conlleva tanto dolor que se siente como si el corazón se fuese a salir de su lugar, yo lo amaba y no lo dudaba ni siquiera por un segundo. Lo amaba más aya de esta vida y de la otra, y al parecer era tanto el amor que no me alcanzaba para describir los que sentía por el. Pero de algo estaba muy segura y es que yo jamás quería dejarlo de mirar y jamás quería que me dejara de ver con esos ojos hermosos, su sonrisa jovial y su fuerza para sostenerme. Todo en el era seguridad.
Cuando se apartó de mí me besó la frente y me tomo de la mano para llevarme al auto, cuando nos subimos nos miramos sonrientes, el encendió la radio y yo saqué la mano fuera de la ventana, quería sentir el viento en mis dedos, todo era perfecto tanto así que no lo podía creer, este día había sido demasiado perfecto, en todo sentido nada había quedado fuera de lugar. El tomo mi mano y se la llevó a su boca para depositar un beso. Solo faltaban kilómetros para ser libres, para tener una vida libre, solo unos cuantos segundos. La noche estaba oscura y la carretera estaba sin iluminación, habíamos esperado tanto este momento que si hubiese estado lloviendo hubiésemos tomado nuestro rumbo de igual manera. El tomo nuevamente mi mano pero está vez la entrelazó con la mía, sus ojos se encontraron con los míos y de su boca salieron dos palabras que me encantaban oír. " Te amo". Dijo este sonriendo. No lo vimos venir yo solo noté un bocinazo estrepitoso, y una luz cegadora, miré a mi amado y este a mí, sus ojos estaban llenos de pánico. Fue lo último que vi lo último que recuerdo, después de eso solo fue oscuridad. Dicen que cuando estás por morir tu vida pasa frente a ti como una película, y así fue, mi niñez, la primera vez que conocí al amor de mi vida, el primer beso, mis sonrisas en mis días felices y mis lágrimas en mis días tristes, todo lo vi pasar frente a mí. Para mí hubiese sido una placer morir a su lado, un verdadero placer. y en ese breve momento de agonía me di cuenta que a veces el amor no lo puede todo, que a veces el amor no es suficiente para cambiar el destino que esta escrito con tinta indeleble sobre el libro de tu vida. 

nota: hola, mis hermosos/as, esto y emocionada por esta historia. quería contarles que esta historia es muy especial para mi ya que aunque no lo crean  la historia de anastasia esta basada en hechos reales, claramente con otros nombres.

* y vamos comenten no sean tímidos, yo si lo soy, pero trato de no serlo. 

No Me OlvidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora