No Me Olvides

1970

" dicen que dios dividió un corazón en dos para formarnos, así que nuestro destino en la tierra es encontrar a nuestra mitad, a esa mitad que nos complementa". cuando termine de leer la frase, mire a lily, esta estaba bostezando aburrida o mas bien con sueño.

- para la próxima podríamos ir al pueblo, no me gusta quedarme en casa siempre que vengo.- dijo esta. lily era mi hermana mayor, la cual desde hace dos años vivía en londres fuera de Tennessee.

- mi madre no quiere que salga.- dije con sinceridad.
Mamá era de esas mujeres de caracter fuerte, de las que se hacían temer. tan autoritaria que me daba miedo contradecirle.

- sabes que mañana viene tu prometido, verdad.- pregunto lily con su cara sonriente.

yo y collin nos habíamos comprometido hace un mes, nos conocíamos desde pequeños y el habia pedido mi mano, pero aun no estaba segura, tenia miles de dudas, porque quizás amaba a otra persona.

- que sucede ya no te quieres casar.- dijo mi hermana sentándose en la hierba del jardín.

- no lo se, siempre soñé casarme perdidamente enamorada pero...- me detuve antes de terminar la palabra.

- no lo amas.- dijo lily con una gran sonrisa.

no le dije nada, quizás eso le respondió todo a mi hermana, porque esta asintió y paso su mano por su cabello sedoso.

- collin es el mejor partido de Tennessee  pero si no lo amas no tienes que casarte con el.- repuso lily.

- entonces dile eso a mamá, ella quiere esto mas que nadie en el mundo.- 

el padre de collin era abogado y tenían mucho dinero, asi que para mi madre era un golpe de suerte que su hija menor se casara con un federer. nosotros eramos una familia buena posición económica, así que  se sabe desde años y años que siempre las familias adineradas mueren por hacer alianzas fructíferas. esto data de los tiempos de reyes y reinas, donde se comprometían primos y primas para no perder el linaje, para no perder la posición social y mucho menos el dinero. y para mala suerte mía, mamá pensaba como una verdadera aristócrata, no la culpaba ella habia nacido en cuna de oro, en cambio papá habia escalado el mismo y se habia abierto camino en su rancho con sus propias manos, lo convirtió en el rancho mas grande del pueblo, luego conoció a mamá una fina parisina. 

lily no dijo nada mas, solo se puso de pie y comenzamos a caminar hacia la casa, pero escuchamos gritos en las caballerizas, corrimos. y cuando llegamos notamos que algunos caballos habían arrancado, uno de ellos se dirigía hacia nosotras, lily se aparto pero yo me quede ahí inmóvil, sin saber que hacer. hasta que sentí como algo fuerte me derribo. cuando abrí los ojos note dos ojos grises mirándome con algo de gracia, mi corazón comenzó a latir con fuerza, casi lo podía escuchar. 

- me  estás aplastando.- dije con mi voz casi en un susurro.

- disculpe señorita.- exclamo Tristán, poniéndose de pie. este me ayudo a pararme pero al momento se alejo de mi como si nada. 

quizás eso me dolió un poco mas que cualquier cosa. Tristán y yo habíamos sido amigos, los mejores amigos e inseparables. aun recordaba a ese pequeño niño de risos dorados corriendo mientras yo lo perseguía. a los siete años Tristán me regalo un pato para mi cumpleaños y me dijo que si ese pato crecía fuerte y grande es porque asi seria nuestra amistad, era el niño mas peculiar que hubiese conocido. pero cuando cumplimos los diez mamá comenzó a imaginar cosas, siempre decía que Tristán me seguía como un cachorro sin madre, que me veía como si yo fuese una deidad, asi que mi madre hablo con su padre, owen varona, esta le dijo y el entendió todo como lo entendía mamá. Tristán no dejo de hablarme, pero cuando cumplió los trece mi madre lo llamo a su despacho y en cinco minutos le dijo miles de cosas que no pude escuchar. desde ese día Tristán se alejo de mi y me comenzó a tratar con distancia, siempre llamándome señorita, eso dolió, porque el antes me llamaba mariposa. el decía que yo era como una mariposa, hermosa y muy colorida, a lo que yo contestaba sonriendo. una amistad de años dañada en cinco minutos por un adulto. cuando cumplí los catorce llego collin, este se convirtió en mi nuevo mejor amigo, pero jamas pudo superar a Tristán, sabia que collin jamas seria Tristán porque donde uno era tierno y risueño el otro era serio y algo distante, eran tan distintos, pero en realidad ya no conocía a Tristán, ya no sabia quien era. lo sentía tan lejano a pesar de que estábamos tan cerca.

- ESE CABALLO ESTABA A TU CARGO!.- dijo mi madre irrumpiendo y gritando en el lugar.

mi padre venia tras de ella pero mas calmado, el siempre era calmado.

- lo siento señora.- dijo Tristán avergonzado.

- casi mata a mi hija y dices que lo sientes.- repuso mi madre con rabia.

camine hacia ella y me pare en frente de ella para quitar del radar a Tristán, pero sabia que cuando mamá estaba enojada era difícil calmarla.

- madre fue un accidente.- dije casi en voz baja.

- si olga no es necesario reprender al chico ya aprendió su lección.- dijo papá.

mire a Tristán este me miraba algo enojado, no sabia el porque, pero sabia que el siempre estaría enojado conmigo, siempre me miraría de esa forma y ya me habia acostumbrado.

- esta bien lo dejare pasar esta vez, pero si provocas otro problema mas saldrás de mi rancho.- dijo mamá mirando con superioridad a Tristán, este no asintió ni nada.

mi madre salio junto a papá y lily fue a mi lado a preguntar si estaba bien, pero entones Tristán llego a mi lado y me miro con esa rabia que siempre contenía. 

- no necesito que me defiendas.- dijo este.

- no lo hice, fue un accidente.- respondi, mientras este miraba a cualquier lado exepto a mis ojos.

- como sea no lo vuelvas a hacer.- dijo este caminando lejos de mi.

lily me tomo del brazo y me llevo a casa, sentía un peso terrible en mi pecho. como si las palabras de Tristán aun tuvieran peso en mi. quizás aun las tenían pero sus actos eran los que mas dolían, acaso no me recordaba, quizás el ya nisiquiera recordaba que alguna vez habíamos sido amigos inseparables.