Capitulo 2: Niña buena

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Intentaba dormir en mi habitación.
Naruto estaba en el otro lado y yo no paraba de darle vueltas a la cabeza. No esperaba que fuera tan cerrado de mente y que no entendiera lo que le estaba pidiendo. A lo mejor Naruto quería a Shion y no podría entrar en su círculo jamás, pero no, nada era tan perfecto. No hay pareja que no cojee por algún lado, solo tenía que descubrir cuál era su punto débil.

Salí a la terraza de mi habitación y miré hacia arriba intentado encintrar una estrella entre tanta contaminación lumínica. Me mordí el labio y se me ocurrió una mala idea. La luz de la habitación de Shion estaba apagada pero la del cuarto de invitados no. Ande de puntillas por el pasillo y entré sin llamar. Naruto estaba sentado en la cama jugando con el teléfono, en cuando me vio aparecer puso los ojos en blanco.

-Hola--murmure y baje la mirada como si me sintiera culpable--. Creo que antes me he pasado un poco--inhale aire--. Es que, bueno, ningún chico me hace caso y todas mis amigas pues comentan... me siento como una estúpida.

-No te preocupes, lo entiendo.
-No te conozco, así que supongo que no me da miedo que me juzgues por lo que digo o por lo que hago--me acerqué a el--. Tú podrias ayudarme y yo te ayudaria a ti con lo que quieras.
--¿Intentas pedirme un favor?--se levantó y se rasco la nuca--. Podrias habérmelo dicho de esta manera por la tarde, en vez de hablar de mi polla. No te va el rollo de chica dura.
Puse cara de niña buena y me enrollé el pelo haciendo un tirabuzón.
-Esto no puedo hablarlo con nadie y bueno, pensé que tú me podrías dar consejos. Aunque sigo pensando en lo que podrías disfrutar antes de casarte con Shion--sonreí--. Oye, Naruto ¿A qué sabe un beso?

Soltó una carcajada que no esperaba. Resultaba que no era tan estirado como pensaba. Me agarró de la nuca inesperadamente, pero no fue nada brusco. Me dejé llevar y casi sin darme cuenta, inclinó la cabeza, cerró los ojos y sus labios se posaron sobre los míos. Le agarré de la cintura y le acerqué mas a mi cuerpo. Quería fundirme con él. Mi corazón latía a mil por hora y deseaba que ese momento nunca acabará. Mierda, como besaba. Su lengua se introdujo timidamente en mi boca,vaya, eso no me lo esperaba. Me mordió el labio, un momento, aquel beso se estaba volviendo un poco agresivo. Sus manos bajaron por mi espalda, hasta que me agarró por la cintura y me estampó contra él. ¿Eso qué notaba era su miembro? Supongo que le estaba gustando tanto como a mí.

Se separó de repente, quizás consciente de lo que estaba sucediendo y carraspeó.
--Sabe a café.
--Acabó de tomar uno.
intenté llevar la conversación a un terreno menos incomodo, pero no nos engañemos, eso no fue un simple beso.
Naruto se había dejado llevar, aunque no lo admitiese, aún podia ver un bulto en su pantalón.
--Hinata, escucha... esto...--dudó, como me gustaba que dudase.
--No diré nada a Shion. Gracias-- le di un rápido beso en la mejilla.

Volví a mi cuarto victoriosa. Cierto es que aún no había ganado la guerra, pero estaba bien no hanerse quedado en la retaguardia. Naruto ya me había probado, aunque fuera pidiéndoselo de una manera absurda. Yo no era para nada así, ya me había acostado con unos cuantos y había manejado a otros pocos a mi antojo. Pero como dice mi madre, las cosas se piden con educación. Si tenía que fingir ser niña buena para llevármelo donde quisiera, pues qué remedio. En el fondo de mi ser queria pensar que Naruto en realidad había estado esperando una excusa para besarme, una excusa que no le hiciera sentir culpable, como a mí.

Me tumbé en la cama e imaginé como se podía mover encima de mi si besaba de esa manera.
No sé qué hora sería cuando noté a alguien tocandome el hombro para seguramente despertarme. Abrí los ojos y di un sobresalto cuando vi quien era.
En la penumbra pude distinguir sus ojos azules. Naruto estaba de rodillas frente a mi cama, parecía algo nervioso
--Hinata...--susurró.
Hubo un silencio. Me incorporé en la cama para tener más cerca su rostro.
--Antes has dicho que podríamos ayudarnos el uno al otro--continuó--. Y que...--se mordio el labio-- yo no te juzgaría porque apenas nos conocemos.
Asentí con la cabeza. ¿A dónde quería llegar?.
--Quizás si que necesite probar cosas antes de casarme.
Me tocó el labio, tragó salivs y me besó. Esta vez fue más dulce que el anterior. Esperé otro beso, esperé que se metiera conmigo a la cama.
--He sentido algo y no me refiero algo relacionado con el amor, si no a la adrenalina. Los primeros besos son los que hacen que tiemblen las piernas, los siguientes son los que te hacen feliz porque los compartes con la persona que estas enamorada. A lo que quiero llegar es que había olvidado esa sensación.
--Lo que quieres decir es que siempre es bueno entrenar.
--Si... bueno...--suspiró--. Necesito emociones nuevas. Me molesta darte la razón.
--Que rapido has cambiado de opinión.
--Es que moría por darte otro beso. Ya sabes, la adrenalina es adictiva.
Le di otro beso y otro y otro, hasta que se nos hizo de día y el volvió al cuarto de invitados.
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Bueno hasta aquí el capitulo de hoy, no olviden comentar que les parece el fic, hasta el siguiente capitulo. Adiós 🤗

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