Sin control, sin dirección

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Esta es la forma femenina que considero que Jimmy tiene (hasta es igual de plana :v). Es broma Katie. Desde que vi a la actriz Katie Findlay en mi serie favorita (How to get away with murder) la visualicé como la versión femenina de Jimmy y la idea me vino a la cabeza:

 Desde que vi a la actriz Katie Findlay en mi serie favorita (How to get away with murder) la visualicé como la versión femenina de Jimmy y la idea me vino a la cabeza:

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Un bello amanecer colorea el cielo con tonos naturales. La brisa matutina acaricia los campos abiertos y palacios que se erigen en mitad de Gales, albergando a la crema y nata de la sociedad decrépita que da más crédito a la apariencia y el decoro que al ser mismo.

En uno de esos palacios de roca sólida vivían la Condesa de Page y su único hijo.

—Jimmy, querido— llamó su madre desde el pasillo. Él giró la vista hacia la entrada de su alcoba. Apenas terminaba de abotonar su fino traje de cortesano y su madre se detuvo junto a la puerta observándolo. Ella llevaba un elegante vestido azul oscuro con negro.

—¿Qué sucede?— preguntó el hijo tranquilamente.

—Que bueno que ya estás de pie y vestido, Lady Harris espera que esta tarde salgan a pasear juntos y tienes cosas que hacer antes de eso— comentó sonriente la mujer.

—Madre, te he dicho que no necesito que arregles citas para mí— respondió James.

—Pero, querido. Ya tienes tu edad y no has conocido mujer ¡Eso no es normal!— defendió sus acciones.

Patricia era una buena madre en general, pero se preocupaba demasiado por conseguir que su hijo encontrar una "buena mujer" y se casara cuanto antes.

—Si quieres que me vaya de palacio sólo tienes que decirlo— James cruzó los brazos frente a su chaqueta gris.

—Sabes bien que eso no es lo que pretendo— dijo caminando despacio hasta su hijo— Sólo quiero que seas un hombre normal como todos— comentó casi con pesar, acariciando su hombro— La gente comienza a hablar, ¿sabes?

—Pues que hablen— dio un paso atrás alejándose de su toque. La condesa bajó la mirada y respiró profundamente.

—Al menos sal con ella para que te vean en público— pidió con dolor en su mirada. Su hijo se compadeció, sabía que su madre sólo quería que él fuera feliz. No esperaba que comprendiera su situación.

—De acuerdo— aceptó. Patricia sonrió.

La tarde ya estaba avanzada, el cielo comenzaba a tornarse en tonos anaranjados. Los "buenos" ciudadanos regresaban a sus hogares, los campos eran abandonados para descansar y los burdeles abrían sus puertas para el deleite de la hipócrita aristocracia galesa.

Lady Harris y el Conde de Page cruzaban tranquilamente por un puente sobre un río amplio de aguas cristalinas. Lady Harris sostenía una sombrilla y caminaba despacio con sus rizos dorados rebotando.

Ninguno decía palabra, por lo que el Conde quiso alentar un poco la conversación.

—¿Conoce la leyenda de este puente, madame?— preguntó observándola, ella negó con la cabeza cruzando miradas por un segundo— Cuenta la historia de una mujer que al toparse con viajeros desdichados concede un deseo que...— James apenas comenzaba la historia cuando la dama detuvo sus pasos. Él giró para averiguar la razón de que dejara de caminar y volvió un paso hacia ella— ¿Sucede algo?— preguntó James con voz cálida. Lady Harris respiró profundo, después lo observó a los ojos.

Jimbert - Lady blueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora