Capitulo 7

1.2K 183 83
                                    

La ida en auto estuvo llena con nada más que frío silencio con la excepción de los sollozos de Mabel. Dipper todavía estaba en puro shock con lo que había ocurrido. Todavía podía escuchar el sonido de los gritos agonizantes de Frankie cuando de rompió la pierna. Su cuerpo tenía cortadas horripilantes. Todo gracias a Bill.

Trató de mantenerse calmado.

Pese a que el demonio lo había salvado de ser brutalmente lastimado por el bully, el niño fue muy suertudo por haber sobrevivido. Esa caída fácilmente pudo haber causado que se rompa la cabeza en el piso o en los escalones. Otro pensamiento horroroso es que todos alrededor incluido Frankie podían decir que el mismo Dipper lo había empujado. Y luego estaría en muchos problemas.

El chico Pines apretó fuertemente sus manos contra el asiento mientras todos esos pensamientos pasaban por su mente. Pero luego recordó que si le dijera a Bill que lo dejara solo, entonces el demonio solo se reiría y diría, "¿A quién más tendrás?"

Dipper trató de contener sus lágrimas. No quería recibir una mirada condescendiente de su padre. Eso sería todo lo que necesitaría, el dolor de saber el fracaso que era ante los ojos de su padre.

Dipper miró a su hermana con su rostro permaneciendo uno de piedra, y el suyo estaba gredoso por llorar. Trató de tomar su mano pero ella lo apartó. Trató de mirarla pero ella solo se quedaba observando por la ventana. Estaba casi convencido de que Mabel creía que él de verdad había empujado a Frankie por las escaleras.

Después de veinte minutos más de silencio, el auto por fin llegó a la casa. Mabel se bajó inmediatamente y corrió adentro; probablemente para encerrarse en su habitación. Dipper se bajó del auto y lentamente caminó adentro. Sus padres entraron detrás de él y se quitaron sus chaquetas.

Hubo un silencio incómodo entre los tres hasta que su madre habló.

— Voy a empezar la cena. — suspiró.

Su esposo asintió antes de retirarse a la sala para ver un partido de futbol.

Dipper necesitaba tanto del afecto de su madre. Necesitaba saber que ella se preocupaba por él.

— ¿Mami...? — berreó.

Su madre se giró lentamente.

—  ¿Qué sucede, cariño? — preguntó.

— Yo... Yo... — pero Dipper no podía decir nada. ¿Qué es lo que le diría?

— ¿Qué pasa, mi bebé? — preguntó, confundida.

Sin poder soportarlo ya, el chico corrió por las escaleras y se encerró en el baño. Abriendo el agua, se salpicó un poco de agua caliente en su rostro. Trató de limpiar las cortadas y hematomas en su rostro y brazos, pero sus lágrimas seguían interponiéndose.

Nunca se había sentido más aislado y solo que en este momento. Su cuerpo le dolía por la paliza y la falta de sueño que había estado teniendo. Sus padres en realidad no parecían notar que estaba sufriendo. Parecían más preocupados en cómo su madre había encontrado su camisón en los árboles del parque que su bienestar. De hecho parecía que estaban más preocupados por Mabel que él mismo. Por otro lado, era una decepción para su padre; entonces por qué debería estar sorprendido.

Después de por fin terminar de limpiarse, Dipper salió del baño, cuando escuchó voces venir de la habitación de su hermana. Lentamente se acercó al cuarto de Mabel para ver que la puerta estaba entreabierta y dentro estaba su padre sentado en el pie de la cama, y parecía estar hablando dulcemente con Mabel, quien tenía su rostro enterrado en una almohada. Luego de varios minutos, Mabel levantó la cabeza y los dos se abrazaron.

Alone (Book #1) |ᵇⁱˡˡᵈⁱᵖ ᵖˡᵃᵗᵒⁿⁱᶜᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora