—Depresión postraumática. — Esas palabras resonaron en el consultorio del psicólogo, aquel señor de 56 años acababa de enterarse que su hija de tan sólo 18 años sufre más de lo que él pensaba. — Pero tranquilo, existen tratamientos.Aquel señor no podía articular palabra alguna, aún estaba procesando la información para saber cómo responder.
Ya había pasado una hora desde que el padre de Sowon le pidió que esperara la sala de espera mientras que hablaba con el psicólogo. Sowon no tenía ánimos de salir de su casa pero terminó yendo obligada, ella sólo quería volver a casa aunque ese lugar sólo le hacía traer recuerdos y tristeza, acompañado de mucho llanto. Ya habían pasado 6 meses desde la muerte de su madre, aún no lo supera, sigue igual que desde aquel momento en el que recibió la noticia. Ella era hija única, amaba a su madre más que a otra cosa en el mundo, pero el porqué la vida decidió quitársela, arrebatársela para nunca devolverla, era lo que Sowon no podía entender, procesar, aceptar. Consumida por la noticia, se alejó de todos, teniéndole total desprecio a todo lo que parecía gustarle antes, dejó de escribir, dejó de pintar y leer.
—Vamos a casa, cariño. — Su padre dice saliendo del consultorio a lo que Sowon responde inmediatamente levantándose de su asiento.
Ya en casa lo único que hizo Sowon fue ir corriendo a su habitación, muy bien podía quedarse sin salir días, semanas. Los días se Sowon se basaban la gran mayoría en dormir y llorar. Desde la muerte de su madre se ha sentido más pesada y cansada, con total fastidio de casi todo, indiferente y decaída. A duras penas se pudo graduar y al terminar todas las que creían ser sus amigas, simplemente la apartaron.
Pensamientos suicidas también inundaban la cabeza de Sowon, muchas veces sólo quería terminar con su vida, pero también pensaba en su padre, perder a su esposa y luego a su única hija...No sería capaz de hacerle algo tan injusto a su padre.
Mientras Sowon estaba durmiendo, su padre estaba investigando y pensando, probables tratamientos para su hija regresara a ser la Sowon brillante y vivaz que era antes. El padre de Sowon había leído que juntándose con personas que han pasado por lo mismo podría servir como ayuda ¡Eso! El padre de Sowon ya tenía una tarea, conseguir una amiga para Sowon, que haya pasado por lo mismo y la ayude a pasar por este gran momento. "Creo que sólo bastará con hacer una llamada" pasó por la mente del hombre y eso fue lo que se dispuso a hacer, una llamada.
—Aloh. — Una señora de mediana edad contestó al otro lado de la línea.
— ¿Haesun? Soy yo.
— Ya me di cuenta ¿Qué ocurre?— aquí es donde aquel señor debió haber pensado antes lo que iba a decirle a su compañera de trabajo
— Como sabes, mi hija está pasando por un momento duro, por lo que pensé que Eunha podría venir a hacerle compañía mañana ¿Sí se puede?
— Por supuesto, de seguro ella estará feliz por ir, le gusta hacer nuevas amigas.
— Muchas gracias, entonces la espero mañana. — El padre de Sowon tenía una sonrisa en la cara de oreja a oreja, aunque sabía que Haesun no lo podía ver. Ahí se acabó la llamada, ahora lo que bastaba era esperar, sabía que mañana sería un día mejor, lo presentía.
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❝Depression❞ ~Wonha~
Fanfiction❝Donde los días de Sowon son a blanco y negro pero Eunha está ahí para llenarlos de color❞ -¡Yahh~! ¡Dime quién eres! -Volvió a exclamar la mayor. -¡Está bien! Pero por favor cálmate. Soy Eunha. -Mencionó la menor con una sonrisa y una reverencia...