—Despierta~. — La dueña de aquellas dulces palabras era Eunha, la chica baja que acababa de entrar en la habitación de Sowon mientras ella aún seguía dormida— Chica linda~ Ya debes levantarte.
Sowon se levantó por aquellos susurros que invadieron sus sueños, pero aún así no abrió los ojos. Habían dos opciones, o su padre cambió su voz o una chica entró a violarla, al menos eso era lo que pensaba. Sólo bastaron 20 segundos para que Sowon decidiera abrir los ojos, lo que causo que ambas chicas se sobresaltaran.Sowon nunca había visto a una chica tan linda, cada facción de aquella chica era simplemente sublime, en tan sólo 10 segundos Sowon empezó analizarla antes de caer en cuenta que una extraña estaba en su habitación.
—¡¿Quién eres?!— Exclamó la más alta quién ahora se encontraba en un rincón de su habitación, asustada y alarmada por aquella persona que se encontraba al frente.
—Bien, puedo decirte quién soy pero creo que estoy en la obligación de decirte que no tienes pantalones...— Inmediatamente después de el comentario de aquella extraña, Sowon miró de reojo hacia su parte inferior, efectivamente se había levantado de su cama pero no tenía pantalones. La vergüenza llenó a Sowon quién sin pensarlo dos veces se cubrió con la sábana de su cama, podría echar a la chica de su habitación, pero la vergüenza no va a impedir que sepa quién es.
—¡Yahh~! ¡Dime quién eres! — Volvió a exclamar la mayor.
—¡Está bien! Pero por favor cálmate, no te estoy haciendo nada. Soy Eunha. — Mencionó la menor con una sonrisa y una reverencia. — Vine aquí para hacerte feliz.
Sowon la miró con cara de pocker durante unos segundos, tanta ternura no era cosa de todos los días en su vida.
—¿Qué? — Fue lo único que pudo articular, realmente estaba confundida, ¿Cómo que una completa extraña que entra de la nada en su habitación le dice que la va a hacer feliz?
—Lo que escuchaste. — La más baja le brindo una sonrisa cálida a lo que Sowon no respondió, sólo se quedó parada ahí, observando cada detalle de la chica de menor estatura, su cabello, sus facciones, sus ojos, sus labios...—Eh...
La mayor salió de su pequeño trance y mejoró su postura.
—Vete. —Pidió Sowon por lo que Eunha la miró desconcertada. — Voy a arreglarme.
Eunha obedeció las órdenes de Sowon y salió de la habitación. Mientras tanto Sowon se volvía loca tratando de procesar la información. Trató de pellizcarse para comprobar que no estuviera soñando pero lo único que consiguió fue tener unas marcas rojas por los pellizcos.
Sin resignarse por no hallar una explicación, hizo lo que le dijo a la chica que entró previamente a su habitación, se bañó y se cambió, se arregló más de lo normal.Luego de asegurarse de estár lista salió de su habitación, algo que no hace a menudo, para buscar a aquella chica baja. La buscó en los al rededores de su habitación pero no la encontró, así que optó por bajar por las escaleras, lo que fue una buena idea ya que la encontró, pero para su sorpresa estaba conversando con su padre en la sala; por suerte aún no se deban cuenta de que Sowon estaba a mitad de las escaleras.
— Muchas gracias por intentarlo. — Mencionó su padre.
—¡¿Intentarlo?! Estoy segura de que lo voy a lograr. — Respondió energéticamente la menor.
"¿Lograr qué?" Pensó Sowon.
Río levemente. — Hace mucho no se ríe a carcajadas, hace mucho que no se divierte, hace mucho tiempo que todo ha cambiado...— Rápidamente el semblante de aquel señor comienza a decaer.
— Señor Kim... Confíe en mí.
En ese punto de la conversación fue cuando a Sowon se le dió por terminar de bajar las escaleras, gran error. Su poca concentración propinaron una caída, provocando que rodara por las escaleras. Claramente su padre y Eunha se dieron cuenta y se alarmaron, ya que había perdido la conciencia con la caída.
Sowon se levantó en su habitación, Eunha estaba sentada en una silla al lado de su cama y por la ventana se podía ver que era de noche y estaba lloviendo.
—¿Qué pasó?— Alcanza a decir Sowon débilmente, abriendo sus ojos.
—¡Despertaste!— Eunha sonrió ampliamente.
—Aún no me respondes...
—Te caíste de las escaleras, una chica alta bastante torpe, al parecer. —Bromeó Eunha con una leve sonrisa que se le escapaba.
—¡Yah~! ¡No soy torpe! Sólo un poco distraída...¡Aparte aún no me dices quién eres!
—No grites que te dolerá más la cabeza y ya te dije, soy Eunha.
—"Soy Eunha y vine para hacerte feliz" no es muy específico que digamos. — Se cruzó de brazos.
—A ver, Soy Eunha, tengo 17 años, soy la hija de una compañera de trabajo de tu papá y mi madre me dijo que viniera a hacerte compañía. —Miró fijamente a Sowon. —¿Eso es todo?
La mayor se limitó a asentir con la cabeza mientras analizaba la poca información que la chica le había dado.
—...¿Y mi padre?—Preguntó Sowon para romper el silencio.
—Tuvo que salir así que estoy a cargo.
—¡Eres menor! ¡Y una extraña! — Refutó Sowon.
—Tú eres torpe y estabas inconsciente. — Contraataca y Sowon se calla, no hubo necesidad de decir más nada. —¿Tienes hambre?— Esta vez es Eunha la que rompe el silencio tímidamente. —No has comido nada.
—Pues sí, voy a cocinar algo ¿Quieres ayudarme? — Esta es la forma en la que Sowon trata de ser amigable. —Hace mucho tiempo ni cocino, desde que murió mi mamá...
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❝Depression❞ ~Wonha~
Fanfiction❝Donde los días de Sowon son a blanco y negro pero Eunha está ahí para llenarlos de color❞ -¡Yahh~! ¡Dime quién eres! -Volvió a exclamar la mayor. -¡Está bien! Pero por favor cálmate. Soy Eunha. -Mencionó la menor con una sonrisa y una reverencia...