Cariño, eres tú la luz que me ata aún a los vivos,
bueno no tengo de otra,
ven y duérmete en mí regazo por una última vez.
Siempre me he preguntado ¿si eres un pavo real?
¿O si serás sus hermosas plumas?
Tal vez mañana te preguntaré ¿si eres un pajarito?
¿O su canto?
Porqué por las noches me pregunto ¿si serás la luna?
¿O su luz plateada?
Creo que eres él que ¿duerme?
¿O serás el soñador?
Ahora que no me ves, me sigo preguntando si
¿eras esa flor de invierno?
¿O su dulce néctar?
O mejor dicho, los frutos, que crecen a la luz del día o la dulzura de la fruta madura de Flandes.
Para Lala
Pavo real: Ave bañada por la pintura del corazón deparado entre dos mundos.
Néctar: Escénica de la inocencia más natural de un vago recuerdo solitario
